
THE LATIN VOX (26 de enero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
En un giro inesperado, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha ordenado la reactivación del envío de bombas de 1000 kilos a Israel, anulando así la pausa implementada por su predecesor, Joe Biden. Esta decisión marca un cambio en la política estadounidense respecto al suministro de armas a uno de sus principales aliados en el Medio Oriente.
Trump, quien se encontraba a bordo del Air Force One, confirmó la medida este sábado. «Las liberamos. Las liberamos hoy. Y ellos las tendrán. Las pagaron y han estado esperando por ellas durante mucho tiempo. Han estado en almacenamiento», afirmó el mandatario estadounidense ante los periodistas.
La decisión de Trump llega tras meses de incertidumbre sobre la entrega de estas armas pesadas, que Israel había comprado, pero cuya entrega había sido suspendida bajo la administración de Biden debido a preocupaciones sobre los posibles daños a la población civil, especialmente en Gaza.
Una decisión esperada
El presidente Biden había detenido temporalmente el envío de las bombas de 1000 kilos a Israel, en un intento por mitigar el impacto de las operaciones militares israelíes en Gaza. En particular, las autoridades estadounidenses temían que el uso de estas bombas pudiera causar un alto número de víctimas civiles en Rafah, una ciudad en la franja de Gaza que ha sido centro de intensos combates entre las fuerzas israelíes y militantes de Hamas.
No obstante, Trump defendió su decisión con una afirmación tajante: «Porque las compraron», explicó en un tono directo. Las bombas de 1000 kilos son conocidas por su capacidad de perforar concreto y metal grueso, causando una explosión de gran alcance, lo que las convierte en una herramienta devastadora en conflictos armados.
La continuidad en el apoyo a Israel
Tanto Trump como Biden han sido firmes partidarios de Israel, aunque sus enfoques han sido diferentes. El apoyo militar de Washington a Israel ha sido constante, especialmente desde el inicio del conflicto actual con Hamas, tras el ataque del 7 de octubre de 2023. Aunque Trump no ha dudado en respaldar la política de apoyo a Israel, su administración se ha distanciado de las restricciones impuestas por Biden, quien ha intentado equilibrar el respaldo militar con la presión sobre los posibles efectos humanitarios en Gaza.
El conflicto, que ya ha cobrado más de 47,000 vidas palestinas según cifras del Ministerio de Salud de Gaza, ha desatado acusaciones de crímenes de guerra y genocidio contra Israel, aunque las autoridades israelíes niegan tales acusaciones. A medida que las protestas contra el apoyo estadounidense a Israel se intensifican, una propuesta de embargo de armas ha sido rechazada, mientras la situación humanitaria en Gaza sigue siendo una de las mayores preocupaciones internacionales.
La propuesta de Trump para Gaza
En otro frente, Trump ha sugerido que países como Jordania y Egipto tomen más refugiados palestinos de Gaza. En una conversación reciente con el rey Abdullah de Jordania, el presidente estadounidense indicó que la situación en la franja de Gaza es insostenible y que la región necesita una solución más amplia que implique la reubicación de parte de la población. «Me gustaría que Egipto tomara a más personas», agregó Trump, anticipando una conversación al respecto con el presidente egipcio Abdel Fattah al-Sisi.
Con una población aproximada de 2.3 millones antes del inicio del conflicto, Gaza ha sido escenario de una de las crisis humanitarias más devastadoras en la historia reciente, exacerbada por la guerra sin cuartel entre Israel y Hamas. Las condiciones en la región siguen deteriorándose, con más de un millón y medio de desplazados internos y una hambruna inminente que afecta a miles de civiles inocentes.
Implicaciones para la política exterior de EE.UU.
El reanudado envío de armas a Israel refleja la complejidad de la política exterior estadounidense en el Medio Oriente. Aunque el gobierno de Biden ha buscado frenar los impactos de la guerra en la población civil palestina, el enfoque de Trump ha sido mucho más directo, priorizando el respaldo a Israel y la garantía de que sus aliados obtengan los armamentos adquiridos. Mientras tanto, la presión internacional sigue creciendo, con miles de manifestantes pidiendo un alto al fuego y un embargo de armas a Israel.
A medida que la guerra continúa y la comunidad internacional observa, la postura de Estados Unidos sigue siendo un factor clave en el desarrollo de la situación, especialmente en términos de su apoyo militar a Israel y sus intentos de mediar en la crisis humanitaria en Gaza. Sin embargo, la pregunta de si estas acciones ayudarán a traer la paz o solo perpetuarán el ciclo de violencia sigue siendo un tema de debate intenso.
Crédito fotográfico: Doug Mills / The New York Times