
THE LATIN VOX (24 de septiembre de 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
A menos de una semana de la fecha límite para aprobar nuevos fondos y evitar un cierre del gobierno federal, Donald Trump canceló una reunión prevista con los principales líderes demócratas en el Congreso, desatando una nueva ola de recriminaciones y aumentando la incertidumbre política en Washington.
El encuentro había sido solicitado por el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, y su homólogo en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, con el objetivo de negociar un acuerdo que mantuviera en funcionamiento a las agencias federales más allá del 30 de septiembre. Sin embargo, el martes, Trump anunció en su red social Truth Social que no se reuniría con ellos, argumentando que las demandas demócratas eran “ridículas” y “radicales”.
“Después de revisar los detalles de las exigencias poco serias de los demócratas de izquierda, he decidido que ninguna reunión podría ser productiva”, escribió el presidente, dejando la puerta abierta a un eventual diálogo “si se ponen serias sobre el futuro de nuestra nación”.
Una batalla política con alto costo
El rechazo generó críticas inmediatas. Schumer acusó a Trump de “huir de la mesa de negociaciones antes de siquiera sentarse”, mientras que Jeffries lo señaló en la red X de “echarse atrás en una reunión de alto riesgo” y de “ceder a los extremistas que quieren cerrar el gobierno”.
Los demócratas han propuesto extender la financiación hasta el 31 de octubre, incorporando además medidas para revertir cambios republicanos en Medicaid y ampliar subsidios del programa de salud bajo la Ley de Cuidado de Salud Asequible. También buscan restituir fondos para medios públicos y frenar la posibilidad de que Trump recorte ayuda exterior por decreto.
Los republicanos, por su parte, insisten en una extensión más prolongada hasta el 21 de noviembre, sin alterar las reformas sanitarias que impulsaron este año.
Ambos partidos han incluido en sus proyectos aumentos significativos en seguridad para legisladores, jueces y altos funcionarios tras el asesinato del activista conservador Charlie Kirk, aunque con marcadas diferencias presupuestarias: 88 millones de dólares en la propuesta republicana frente a 326 millones en la demócrata.
La amenaza del “shutdown”
Si no se alcanza un acuerdo antes de la medianoche del 30 de septiembre, gran parte de la administración federal cerrará sus puertas, con miles de empleados públicos enviados a casa sin paga y programas esenciales en riesgo de suspensión.
El enfrentamiento refleja no solo la profunda división entre republicanos y demócratas, sino también la estrategia de Trump de tensar la cuerda en temas clave como la sanidad pública, un ámbito que los demócratas consideran central en la negociación.
Mientras los estadounidenses lidian con la inflación y un sistema de salud cada vez más costoso, la parálisis en Washington amenaza con convertirse en otro episodio de desgaste político que podría tener consecuencias económicas inmediatas y, a largo plazo, electorales.
En palabras de Schumer: “Los estadounidenses necesitan soluciones, no un presidente que prefiere hacer un berrinche en lugar de hacer su trabajo”.
Crédito fotográfico: Axios