THE LATIN VOX (30 de noviembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
El presidente electo de EE.UU., Donald Trump, ha mantenido una postura firme en su política comercial, especialmente respecto a Canadá, tras una reunión con el primer ministro canadiense Justin Trudeau en su residencia de Mar-a-Lago, Florida.
Este encuentro, sorpresivo tanto para los medios como para los ciudadanos, se dio en medio de crecientes temores en Canadá sobre las promesas de Trump de imponer aranceles del 25% a los productos canadienses, una medida que podría devastar sectores clave como el energético, automotriz y manufacturero del país vecino.
Justin Trudeau, el primer líder del G7 en reunirse con Trump antes de su segundo mandato, viajó a Florida con un grupo selecto de asesores, y durante la reunión se abordaron temas cruciales para la relación bilateral.
Según Trump, la conversación fue “muy productiva”, destacando temas como la crisis del fentanilo, el comercio justo, y el déficit comercial masivo que EE.UU. tiene con Canadá. Trump reiteró su preocupación por el narcotráfico, especialmente el fentanilo proveniente de China, que, según él, es facilitado por el narcotráfico y la inmigración ilegal.
“Dejé muy claro que Estados Unidos ya no se quedará de brazos cruzados mientras nuestros ciudadanos se convierten en víctimas de esta epidemia de drogas”, afirmó Trump a través de su plataforma de redes sociales, Truth Social. Además, subrayó que Trudeau se comprometió a trabajar con él para combatir este problema.
Trudeau, por su parte, calificó la conversación de «excelente» y expresó que las discusiones fueron amplias e incluyeron no solo cuestiones comerciales, sino también seguridad fronteriza, defensa, y temas internacionales como Ucrania, China y la energía. Un funcionario canadiense describió la reunión como positiva y constructiva, aunque el viaje de Trudeau fue mantenido en secreto hasta el último momento.
Durante una cena que incluyó platos como el «Mary Trump’s Meat Loaf», Trudeau y Trump también discutieron la próxima cumbre del G7 que se celebrará en Kananaskis, Alberta, donde Canadá será el anfitrión.
Esta será la primera vez que Canadá organiza el evento desde que Trump abandonó abruptamente la cumbre de 2018 en Charlevoix, Quebec, tras un conflicto con Trudeau sobre los aranceles estadounidenses al acero y al aluminio canadienses.
La reunión en Mar-a-Lago, que duró más de tres horas, también contó con la presencia de altos funcionarios estadounidenses y canadienses. Entre ellos estaban el secretario de comercio nominado por Trump, Howard Lutnick, y el gobernador Doug Burgum de Dakota del Norte, quien fue elegido para el cargo de secretario del Interior. En cuanto a la delegación canadiense, asistieron el ministro de Seguridad Pública, Dominic LeBlanc, y la embajadora de Canadá en Washington, Kirsten Hillman.
Uno de los puntos más sensibles que surgió en la reunión fue la cuestión de los aranceles y el comercio justo. Trudeau advirtió que, de implementarse, los aranceles perjudicarían no solo a los canadienses, sino también a los trabajadores y empresas estadounidenses, al elevar los precios de los productos. “Es importante entender que cuando Trump hace declaraciones como estas, tiene la intención de llevarlas a cabo. No hay duda de ello”, comentó Trudeau, al tiempo que subrayó la necesidad de encontrar soluciones que beneficien a ambas naciones.
A pesar de los esfuerzos diplomáticos de Trudeau, algunos analistas han criticado el viaje, considerando que el acto de ir a la residencia de Trump para rogarle que no imponga los aranceles tiene un fuerte simbolismo negativo. Fen Hampson, profesor de asuntos internacionales en la Universidad Carleton de Ottawa, señaló que “las apuestas son enormemente altas” y que, si Trudeau no logra una solución, su misión será vista como un fracaso en Canadá.
La situación también ha generado preocupación en México, que enfrenta una amenaza similar de aranceles por parte de Trump. La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, también se reunió con Trump para discutir temas como la inmigración y el fentanilo, pero hubo un desacuerdo sobre la interpretación de sus conversaciones. Trump afirmó en sus redes sociales que Sheinbaum había acordado cerrar la frontera sur de EE.UU., una afirmación que la líder mexicana negó rotundamente.
La reunión de Trudeau con Trump refleja la creciente presión sobre los líderes globales para gestionar las políticas económicas y comerciales de un presidente estadounidense que ha prometido cambios radicales en el comercio internacional. En un contexto global de tensiones comerciales, la administración de Trump parece determinada a reforzar su postura sobre aranceles, con amenazas también dirigidas a los países del bloque BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), a los que ha advertido con imponer aranceles del 100% si intentan desbancar al dólar como moneda de reserva mundial.
La visita de Trudeau a Mar-a-Lago ha marcado un nuevo capítulo en las relaciones entre EE.UU. y Canadá, en el que las negociaciones y las promesas de colaboración se verán a prueba por las amenazas comerciales y las tensiones geopolíticas que marcan la agenda internacional.
Crédito fotográfico: AP Photo/Evan Vucci