THE LATIN VOX (22 de agosto del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
La administración de Donald Trump canceló un programa de educación sexual en California valorado en millones de dólares, tras la negativa del estado a eliminar referencias a identidad de género, personas trans y no binarias de sus materiales educativos.
La medida marca un nuevo episodio en la creciente pugna entre el gobierno federal y los defensores de una educación sexual integral en Estados Unidos.
El recorte afecta al Personal Responsibility Education Program (PREP), una iniciativa federal destinada a prevenir embarazos adolescentes y enfermedades de transmisión sexual en jóvenes. Según documentos oficiales, California podría perder hasta 12 millones de dólares en financiamiento.
En junio, Washington había dado al estado un plazo de 60 días para modificar su currículo, alegando que las referencias a diversidad de género excedían el alcance del programa. Sin embargo, Sacramento respondió que los contenidos son médicamente precisos, coherentes con la legislación vigente y esenciales para preparar a los adolescentes frente a la complejidad de las relaciones en la vida adulta.
Andrew Gradison, funcionario interino del Departamento de Salud y Servicios Humanos, defendió la decisión con un duro comunicado: “La negativa de California a retirar ideología de género de sus materiales financiados con fondos federales es inaceptable. Habrá consecuencias para cada estado que utilice dinero público para enseñar estas ideas”.
Entre los materiales cuestionados por la Casa Blanca figuran lecciones de secundaria que explican que “algunas personas no se identifican como hombre o mujer, sino como transgénero o de género queer”, y planes de bachillerato que señalan que “algunos hombres nacen con anatomía femenina y algunas mujeres con anatomía masculina”.
Una disputa con impacto nacional
El gobierno federal distribuye unos 75 millones de dólares anuales a más de 50 estados y organizaciones para programas de educación sexual. Con la nueva línea política, la administración Trump ha advertido que otros beneficiarios del PREP y del Programa de Prevención de Embarazos en Adolescentes (TPPP) también deberán eliminar cualquier referencia a identidad de género, diversidad o inclusión.
Expertos consideran que la medida constituye un uso político del financiamiento público. “Es un precedente preocupante. Nunca se había visto que se intentara restringir contenidos de educación sexual a través de recortes financieros en lugar de un debate legislativo”, afirmó la historiadora Lisa MF Andersen, coautora de Touchy Subject: The History and Philosophy of Sex Education.
Consecuencias para los jóvenes
Organizaciones civiles temen que el retiro de fondos golpee directamente a estudiantes vulnerables. “Los jóvenes trans y no binarios enfrentan tasas más altas de acoso, depresión y suicidio. Una educación inclusiva reduce el estigma y salva vidas”, señaló Jorge Reyes Salinas, de Equality California.
Mientras tanto, desde Washington se impulsa un modelo alternativo basado en programas de abstinencia hasta el matrimonio, que reciben cada año unos 50 millones de dólares. Sin embargo, múltiples estudios han demostrado que este enfoque es ineficaz para prevenir embarazos o enfermedades de transmisión sexual.
La batalla entre la Casa Blanca y California, el estado más poblado del país, podría convertirse en un precedente para el futuro de la educación sexual en Estados Unidos, donde la política educativa sigue siendo terreno de disputa ideológica y cultural.
Crédito fotográfico: Capital Public Radio