
THE LATIN VOX (19 de marzo del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
El presidente Donald Trump ha revelado recientemente miles de páginas de archivos relacionados con el asesinato de John F. Kennedy, el 35º presidente de los Estados Unidos, quien fue asesinado en Dallas, Texas, en noviembre de 1963.
Esta nueva liberación, que ha captado la atención de historiadores y conspiracionistas por igual, ha sido recibida con un aire de expectación. Sin embargo, expertos en el caso no creen que estos documentos vayan a cambiar los hechos fundamentales que rodean la muerte de Kennedy, que permanece un tema de debate y especulación hasta el día de hoy.
Una revelación esperada durante décadas
Trump, durante una visita al Kennedy Center, declaró: «La gente ha estado esperando esto durante décadas», refiriéndose a la liberación de estos documentos. «He instruido a las personas responsables, un montón de gente, reunidos por [la directora de inteligencia nacional] Tulsi Gabbard, y eso será liberado mañana», comentó el presidente, generando gran curiosidad entre los medios y el público.
Los documentos digitales liberados incluyen memorandos y otros archivos de alto nivel, como un informe clasificado con notas manuscritas sobre una entrevista de 1964 realizada por un investigador de la Comisión Warren, que investigó el asesinato.
El informe documentaba una conversación con Lee Wigren, un empleado de la CIA, sobre las inconsistencias en los materiales proporcionados por el Departamento de Estado y la CIA relacionados con matrimonios entre mujeres soviéticas y hombres estadounidenses.
Además, algunos archivos contienen menciones a teorías conspirativas que sugieren que Oswald dejó la Unión Soviética en 1962 con la intención de asesinar al joven y popular presidente. También se hallaron documentos del Departamento de Defensa de 1963 que abordaban el contexto de la Guerra Fría y la implicación de EE. UU. en América Latina, específicamente en relación con los esfuerzos por frenar el apoyo de Fidel Castro a las fuerzas comunistas en otros países.
Uno de los puntos más notables de estos archivos es una afirmación de que Castro no tenía la intención de provocar una guerra con los Estados Unidos, lo que podría haber puesto en peligro su régimen. Sin embargo, se menciona que Castro podría intensificar su apoyo a las fuerzas subversivas en América Latina, lo que daba lugar a tensiones geopolíticas en la región.
Un movimiento de «Transparencia Máxima»
La liberación de estos archivos ha sido considerada por Trump como parte de una nueva era de «transparencia máxima». Tulsi Gabbard, directora de inteligencia nacional, también respaldó la liberación, señalando en una publicación en X que era un paso importante en la apertura de la administración Trump hacia la divulgación de información clasificada.
No obstante, según los expertos, la gran mayoría de los archivos ya habían sido liberados en ocasiones anteriores, por lo que las expectativas de un cambio dramático en la comprensión del caso son mínimas.
La investigación sobre el asesinato de Kennedy ha sido objeto de un sinfín de análisis y teorías a lo largo de las décadas, desde los informes oficiales hasta las más elaboradas especulaciones sobre conspiraciones políticas, en las que se menciona la posible implicación de diversas agencias y gobiernos.
Sin embargo, la versión oficial sostiene que Lee Harvey Oswald fue el único responsable, actuando en solitario desde una ventana en el Texas School Book Depository mientras el cortejo presidencial pasaba por Dealey Plaza en Dallas.
La sombra de las conspiraciones
A pesar de los esfuerzos por proporcionar una explicación oficial, la muerte de Kennedy ha sido el núcleo de numerosas teorías conspirativas, muchas de las cuales apuntan a la posible complicidad de la mafia, la CIA e incluso funcionarios gubernamentales dentro de los propios Estados Unidos.
Estos temas siguen vivos en la cultura popular, avivados por la liberación de documentos como los recientes, que alimentan la especulación de que más secretos podrían estar ocultos en las sombras del caso.
Este reciente lanzamiento llega poco después de la muerte de Clint Hill, el agente del Servicio Secreto que saltó sobre el automóvil de Kennedy en un intento de protegerlo, una imagen histórica que fue capturada en la famosa película de Abraham Zapruder.
También ha sido comentado en los medios la relación entre Trump y la familia Kennedy, particularmente las declaraciones de Robert F. Kennedy Jr., hijo del hermano de John F. Kennedy, quien ha sugerido que su padre fue probablemente asesinado por la CIA.
¿Un giro radical en la historia?
Pese a la avalancha de documentos que se han liberado en las últimas décadas, muchos analistas, como Larry Sabato, director del Center for Politics en la Universidad de Virginia, advierten que aquellos que esperan un gran cambio en la interpretación de los hechos probablemente quedarán decepcionados. «Las personas que esperan grandes revelaciones están casi seguras de que se decepcionarán», comentó Sabato, quien también es autor de un libro sobre Kennedy.
Lo cierto es que, aunque la liberación de archivos sobre el asesinato de Kennedy sigue siendo un evento de interés mundial, las expectativas parecen estar más centradas en lo que estos documentos podrían revelar sobre otros temas, como las teorías conspirativas sobre el asesinato de Robert F. Kennedy o Martin Luther King, en lugar de alterar las bases históricas ya bien establecidas sobre la muerte de John F. Kennedy.
Transparencia o especulación
Aunque las nuevas liberaciones de documentos sobre el asesinato de John F. Kennedy podrían ofrecer información adicional sobre eventos históricos y el contexto político de la época, es probable que no resuelvan de manera definitiva las incógnitas sobre su muerte.
A medida que continúan surgiendo teorías y relatos, el caso de JFK sigue siendo un enigma profundamente arraigado en la historia estadounidense, alimentado tanto por la investigación oficial como por el misterio y la especulación.
Crédito fotográfico: Al Jazeera