
THE LATIN VOX (30 de enero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
En un controvertido movimiento que ha generado una intensa reacción en la comunidad inmigrante, la administración de Donald Trump ha revocado la extensión del Estatus de Protección Temporal (TPS) para más de 600,000 venezolanos que se encuentran en Estados Unidos.
Este programa, que permite a los inmigrantes quedarse en el país de manera legal si no pueden regresar a su nación de origen debido a situaciones de conflicto armado, desastres ambientales o crisis extraordinarias, ha sido un salvavidas para miles de personas, pero ahora se enfrenta a incertidumbre.
Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional de EE.UU. en la administración de Trump, tomó la decisión de anular una extensión de 18 meses del TPS que había sido otorgada por el gobierno de Joe Biden poco antes de que asumiera la presidencia.
En una entrevista con Fox News, Noem afirmó que la medida de Biden para extender la protección de los venezolanos representaba una violación de las leyes migratorias de EE.UU. y aseguró: “Nosotros detuvimos eso”.
Un golpe a la estabilidad de más de 600,000 personas
La revocación de la extensión del TPS ha dejado a más de 600,000 venezolanos en un estado de incertidumbre legal. Según informes del New York Times, Noem tiene hasta este sábado para tomar una decisión sobre las protecciones que vencen en abril.
De no tomar acción, las protecciones se renovarán automáticamente por seis meses. Este cambio de política ha desatado críticas de expertos y defensores de los derechos de los inmigrantes, que advierten sobre el caos burocrático que esta decisión generará.
Aaron Reichlin-Melnick, miembro principal del American Immigration Council, señaló que la revocación de la extensión pone a más de 600,000 personas en una situación de “limbo burocrático continuo”. Para muchas de estas personas, la protección bajo el TPS representaba una estabilidad que ahora se ve amenazada.
“Ya no tendrán certeza de si podrán quedarse legalmente en el país hasta finales de año”, agregó Reichlin-Melnick, enfatizando el impacto que esto tendrá en la vida diaria de los inmigrantes venezolanos en EE.UU.
Un golpe a la política de inmigración de Biden
Este retroceso es especialmente significativo porque se da en un contexto de política inmigratoria cambiante. Durante la presidencia de Biden, el Departamento de Seguridad Nacional bajo la dirección de Alejandro Mayorkas había decidido extender el TPS a los venezolanos, citando la «grave emergencia humanitaria» que enfrenta el país sudamericano debido a la crisis política y económica que ha devastado a la nación.
La decisión fue parte de un esfuerzo por ofrecer protección a quienes huyen de un entorno extremadamente peligroso.
Sin embargo, el retorno de Trump y la influencia de su administración en la política de inmigración han alterado este panorama. Durante su campaña electoral, Trump y su vicepresidente, JD Vance, sugirieron que reducirían el uso del TPS y otras políticas de estatus temporal como parte de su promesa de llevar a cabo deportaciones masivas.
En su primer mandato, Trump intentó acabar con la inscripción al TPS, aunque sus esfuerzos fueron bloqueados por tribunales federales.
TPS: un refugio temporal, pero sin camino a la ciudadanía
El TPS, disponible para personas que huyen de conflictos armados, desastres naturales o crisis extraordinarias, otorga a los beneficiarios la capacidad legal para estar en EE.UU., pero no les proporciona un camino a la ciudadanía.
A pesar de ser una protección temporal, el programa ha sido una de las pocas formas de seguridad legal para aquellos que no pueden regresar a sus países debido a condiciones extremas. Aproximadamente un millón de inmigrantes de 17 países diferentes, incluyendo Haití, Honduras, Nicaragua, Afganistán, Sudán y Líbano, se benefician actualmente del TPS.
La revocación de esta extensión también pone en riesgo a otros grupos de inmigrantes protegidos por el programa. En este contexto, muchos temen que los avances logrados en términos de protección para las comunidades más vulnerables, como los venezolanos, puedan desmoronarse en un clima político de creciente retórica antiinmigrante.
Una nueva era de incertidumbre para los inmigrantes
Este cambio en la política migratoria refuerza la idea de que, en Estados Unidos, las decisiones sobre la protección de los inmigrantes a menudo dependen más de los cambios en el poder político que de consideraciones humanitarias.
Mientras que el gobierno de Biden había intentado garantizar una mayor seguridad a los venezolanos y otras comunidades en riesgo, el regreso de la administración Trump abre la puerta a nuevos desafíos legales y a una mayor inseguridad para millones de inmigrantes.
Con una posible revocación de las protecciones que les brindaba el TPS, muchos venezolanos en EE.UU. se enfrentan ahora a un futuro incierto, marcado por el temor a ser deportados o a quedar atrapados en un proceso legal sin fin.
La situación plantea una pregunta fundamental: ¿cómo pueden los inmigrantes que huyen de la desesperación en sus países encontrar estabilidad en un país que cada vez más parece disuadirlos de quedarse?
Crédito fotográfico: The Dallas Morning News