
THE LATIN VOX (23 de marzo del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
El 24 de abril, más de medio millón de personas de origen cubano, haitiano, nicaragüense y venezolano perderán su estatus legal en Estados Unidos, tras la decisión del gobierno de Donald Trump de revocar el programa de «parole» humanitario implementado bajo la administración Biden.
Este cambio de política afectará a alrededor de 530,000 migrantes que llegaron al país bajo un programa de patrocinio creado en 2022 y 2023 para permitir su estancia temporal y legal en el país.
La medida, firmada por Kristi Noem, directora del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), corta de manera abrupta un programa que permitió a miles de personas, que llegaron con patrocinadores financieros, obtener permisos de trabajo de dos años para vivir y laborar en Estados Unidos.
Ahora, tras esta revocación, estos migrantes perderán su estatus legal, lo que podría hacerlos vulnerables a la deportación si no cuentan con otro tipo de protección legal.
Un giro drástico en la política migratoria
La decisión de Trump se basa en una crítica a lo que su administración considera un «abuso generalizado» del parole humanitario, una herramienta legal que los presidentes de Estados Unidos han utilizado para permitir la entrada temporal de personas provenientes de países con guerra o inestabilidad política.
Sin embargo, para Trump, este tipo de programas debe ser limitado y revisado con más estrictas restricciones, asegurando que el parole «es inherentemente temporal» y no puede considerarse como una base para obtener una residencia legal permanente.
Desde su campaña electoral, Trump ha prometido adoptar medidas drásticas para frenar la inmigración ilegal, incluyendo la deportación de millones de personas que se encuentran en el país de manera irregular.
A lo largo de su mandato, fue anulando diversos programas de inmigración y reduciendo las vías legales de acceso a Estados Unidos, una tendencia que continúa con esta nueva medida que afecta a cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos.
Un golpe duro para miles de familias
La revocación de este estatus legal deja en una situación de incertidumbre a miles de migrantes que llegaron con la esperanza de tener una oportunidad de vida en Estados Unidos, solo para verse ahora enfrentados a la posibilidad de ser deportados si no logran regularizar su situación en los próximos meses.
Entre los afectados se encuentran familias enteras, quienes tras huir de situaciones de violencia política, económica y social en sus países de origen, ahora ven peligrar su permanencia en un país que les ofreció, por un breve momento, la esperanza de un futuro mejor. Los afectados, en su mayoría provenientes de países con relaciones diplomáticas tensas con Estados Unidos, habían sido incluidos en este programa como parte de un esfuerzo por lidiar con la creciente ola migratoria.
A lo largo de los últimos años, los flujos migratorios provenientes de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haití se han intensificado debido a las difíciles condiciones sociales y políticas en esos países. En respuesta, la administración Biden había implementado una serie de programas para regularizar la situación de estos migrantes y tratar de frenar el ingreso ilegal a través de la frontera sur.
¿Qué significa para los ucranianos y los próximos pasos?
La decisión también ha generado un gran debate sobre su posible extensión a otros grupos de migrantes, como los ucranianos, quienes llegaron a Estados Unidos tras la invasión rusa a Ucrania en 2022. Trump ya ha indicado que en breve decidirá si revoca el estatus de parole a unos 240,000 ucranianos que se beneficiaron de esta política. Esto ha desatado críticas sobre el doble estándar de la política migratoria, ya que mientras algunos grupos se ven excluidos, otros podrían ser objeto de medidas similares en el futuro.
El 6 de marzo, Trump expresó que la revocación de este estatus de parole afectaría a más de 240,000 ucranianos y podría entrar en vigor tan pronto como abril de 2025. Esta medida también está siendo observada de cerca, ya que algunos expertos creen que el trato a los ucranianos podría ser visto como un punto crítico en las relaciones exteriores de Estados Unidos, especialmente en el contexto del apoyo político y militar a Ucrania en su lucha contra Rusia.
Respuestas legales y oposición a la medida
La revocación del estatus legal de estos migrantes ha sido fuertemente criticada por abogados y activistas de derechos humanos, quienes argumentan que esta política creará caos y angustia innecesaria entre las comunidades afectadas.
Karen Tumlin, fundadora del Justice Action Center, calificó la medida como «imprudente, cruel e ineficaz».
En su opinión, este tipo de políticas no solo dañan a los migrantes, sino que también ponen en riesgo la estabilidad y cohesión social de las comunidades que dependen de estos trabajadores para diversas industrias.
El anuncio de la medida ha provocado que un grupo de ciudadanos estadounidenses e inmigrantes presenten una demanda contra la administración Trump, buscando restablecer los programas de parole humanitario para cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos. Este caso se encuentra actualmente en los tribunales federales, lo que podría retrasar la implementación total de la política.
Un futuro incierto para la inmigración en EE.UU.
La revocación del estatus legal de medio millón de migrantes marca un nuevo capítulo en la política migratoria de Estados Unidos, que sigue bajo el signo de la controversia y el debate.
Mientras algunos lo ven como una medida necesaria para frenar lo que consideran un abuso del sistema, otros advierten sobre las consecuencias humanas y sociales de una política tan restrictiva.
Lo que es claro es que, en este contexto, el futuro de la inmigración en Estados Unidos sigue siendo incierto, con miles de personas que se enfrentan a un futuro lleno de desafíos y vulnerabilidad.
Esta decisión refleja no solo un cambio de enfoque en la política migratoria, sino también la tensión constante entre la necesidad de seguridad y control en las fronteras y los derechos humanos de los migrantes que buscan refugio en una tierra de oportunidades.
La pregunta que queda es: ¿cómo se equilibrarán estos intereses en un país que, a pesar de su retórica, sigue siendo un destino soñado para millones de personas que escapan de situaciones desesperadas en sus países de origen?
Crédito fotográfico: Andrew Harnik/Getty Images