THE LATIN VOX (29 de septiembre de 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
Donald Trump y Benjamin Netanyahu se presentaron este lunes en la Casa Blanca como arquitectos de lo que describieron como un “nuevo capítulo” para Medio Oriente. Pero el mensaje central de su comparecencia conjunta fue inequívoco: Hamas debe aceptar el plan de paz propuesto para Gaza o afrontar las consecuencias.
El presidente estadounidense y el primer ministro israelí anunciaron una hoja de ruta de 20 puntos que incluye un alto al fuego inmediato, el canje de rehenes y prisioneros, una retirada escalonada de tropas israelíes, el desarme total de Hamas y la instauración de un gobierno transitorio bajo supervisión internacional. Trump afirmó que, si la propuesta es aceptada, todos los rehenes regresarían en un plazo máximo de 72 horas.
“Si Hamas rechaza el acuerdo, Israel tendrá mi respaldo total para terminar el trabajo”, declaró Trump, flanqueado por banderas de Estados Unidos e Israel en el comedor de Estado de la Casa Blanca.
Netanyahu fue aún más tajante: “Esto puede hacerse por las buenas o por las malas, pero se hará. No hemos sacrificado a nuestros jóvenes para que Hamas siga gobernando Gaza y amenazándonos una y otra vez”.
Un plan sin la voz de Hamas
Pese a la retórica triunfalista, la ausencia de Hamas en las negociaciones ensombrece la viabilidad del proyecto. Mahmoud Mardawi, funcionario del grupo islamista, aseguró que al momento del anuncio ni siquiera habían recibido el documento. Recién en la noche, mediadores de Egipto y Catar les hicieron llegar los términos.
Entre los puntos más controvertidos figura la creación de un “Consejo de Paz” encabezado por el propio Trump y en el que participaría Tony Blair, ex primer ministro británico. Este órgano tendría amplias facultades para guiar la transición en Gaza, marginando tanto a Hamas como a la Autoridad Palestina.
La propuesta también contempla un plan de reconstrucción económica liderado por expertos vinculados a proyectos urbanos en el Golfo. Trump, que meses atrás generó polémica al soñar con una “Riviera de Medio Oriente” en Gaza, prometió que nadie sería obligado a abandonar el enclave, aunque sí se permitiría la salida voluntaria de quienes lo desearan.
Reacciones divididas
El anuncio generó reacciones encontradas en la región. Los ministros de Exteriores de Arabia Saudita, Jordania, Emiratos Árabes Unidos, Catar y Egipto lo calificaron de “avance positivo”. La Autoridad Palestina expresó su apoyo a los “esfuerzos determinados” de Washington para detener la guerra. Sin embargo, la Yihad Islámica Palestina lo rechazó de plano, tildándolo de “receta para hacer estallar la región”.
Tony Blair, en un comunicado, elogió el plan como “audaz e inteligente”, capaz de ofrecer “la mejor oportunidad en dos años para poner fin a la miseria y el sufrimiento”.
Un trasfondo sangriento
El ultimátum llega en medio de una ofensiva israelí intensificada en Gaza. Desde el ataque del 7 de octubre de 2023, la guerra ha dejado más de 65,000 muertos y 160,000 heridos, en su mayoría civiles, según cifras de organismos internacionales. Tanques israelíes avanzaban este lunes hacia el corazón de Ciudad de Gaza, mientras Netanyahu reiteraba su objetivo de “eliminar a Hamas en sus últimos reductos”.
Trump y Netanyahu evitaron responder preguntas de la prensa. Pero su mensaje fue claro: el futuro de Gaza pende ahora de la decisión de Hamas, en un tablero donde las potencias regionales observan con cautela y la población civil sigue pagando el precio más alto.
Crédito fotográfico: : Jim Lo Scalzo/Bloomberg via Getty Images