
THE LATIN VOX (24 de septiembre de 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
Una nueva escultura apareció este fin de semana en el extremo este del National Mall y, en cuestión de horas, se convirtió en uno de los temas más comentados de la capital estadounidense. El bronce, de autor anónimo, muestra a Donald Trump y Jeffrey Epstein sonrientes, tomados de la mano y dando un salto juguetón con un pie levantado, como si celebraran una amistad entrañable.
La pieza incluye una placa con una dedicatoria irónica: “Celebramos el vínculo duradero entre el presidente Donald J. Trump y su ‘mejor amigo’, Jeffrey Epstein”. Según la autorización otorgada por el Servicio de Parques Nacionales, la instalación permanecerá hasta las 8 de la noche del domingo.
Arte satírico y memoria incómoda
La obra forma parte de una serie de esculturas críticas hacia el expresidente que, en años recientes, han aparecido en espacios públicos de Washington.
Entre ellas se recuerda un excremento de bronce colocado sobre un escritorio del Congreso para “honrar” a los manifestantes del 6 de enero y la pieza “Dictator Approved”, donde un pulgar dorado aplasta la corona de la Estatua de la Libertad, acompañado de elogios a Trump atribuidos a líderes como Vladimir Putin, Jair Bolsonaro y Kim Jong-un.
El nuevo trabajo, sin embargo, apunta directamente a una de las conexiones más controvertidas en la vida de Trump: su relación pasada con Epstein, el financiero condenado por tráfico sexual de menores, cuya muerte en prisión en 2019 continúa rodeada de sospechas.
Cartas, vuelos y silencios
Entre los detalles más provocadores de la instalación se encuentran fragmentos de una supuesta carta de Trump al millonario, incluida en el libro conmemorativo del 50.º cumpleaños de Epstein. Allí, el expresidente habría dibujado un torso desnudo y escrito que ambos tenían “ciertas cosas en común” y que “los enigmas nunca envejecen”. Estas frases aparecen ahora grabadas en tres placas al pie de la estatua, una bajo cada figura y otra dedicada al ficticio “Mes de la Amistad”.
Trump no es el único político mencionado en las agendas de vuelos y en los contactos de Epstein; nombres como Bill Clinton o el abogado Alan Dershowitz también han aparecido en dichas listas. No obstante, la insistente asociación con el magnate neoyorquino ha generado fisuras dentro del movimiento MAGA, que suele mantenerse unido en defensa de su líder.
La respuesta de la Casa Blanca
El presidente reaccionó con dureza a la aparición de la escultura. En un comunicado, la Casa Blanca calificó la obra como “un gasto inútil de los liberales” y reiteró la versión de que Trump expulsó a Epstein de su club de Palm Beach “por comportarse como un asqueroso”.
Aún así, la instalación logra lo que parece buscar: mantener viva una memoria incómoda que Trump preferiría enterrar. Entre turistas que se fotografían frente a la obra y críticos que aplauden la intervención artística, el bronce ha vuelto a poner sobre la mesa un pasado que se niega a desaparecer.
Crédito fotográfico: Reuters