
THE LATIN VOX (22 de agosto del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
Una jueza federal ordenó ayer jueves el cierre definitivo, en un plazo de 60 días, de la cárcel migratoria conocida como “Alcatraz de los caimanes”, un centro de detención impulsado por la administración de Donald Trump en plena zona de los Everglades de Florida.
La magistrada Kathleen Williams también prohibió que se trasladen nuevos detenidos a las instalaciones mientras dure el proceso de desmantelamiento.
En una decisión de 82 páginas, la jueza concluyó que el centro no solo violaba derechos de los migrantes recluidos bajo condiciones abusivas, sino que además estaba causando un daño severo e irreparable al frágil ecosistema de los Everglades. Williams recordó que décadas atrás ya se había rechazado construir un aeropuerto en esa misma área por el impacto que generaría sobre la región.
“Este fallo no hace más que cumplir con los principios de conservación y protección que líderes de todos los niveles han prometido al pueblo de Florida durante generaciones”, escribió la jueza en su orden.
El campamento, levantado en apenas ocho días sobre un aeródromo abandonado, llegó a albergar a 1.400 migrantes, aunque muchos de ellos no tenían antecedentes criminales. Actualmente, la cifra se estima en unos 700. Según organizaciones de derechos humanos, los detenidos eran sometidos a malas condiciones, falta de debido proceso y abusos sistemáticos.
La decisión representa una victoria histórica para las organizaciones ambientalistas y la tribu nativa que demandaron al gobierno federal y al estado de Florida. “Este es un triunfo para los Everglades y para quienes creemos que esta reserva natural en peligro debe ser protegida, no explotada”, celebró Eve Samples, directora ejecutiva de Friends of the Everglades.
El impacto del fallo golpea directamente la agenda migratoria de Trump, quien defendió el centro como una prisión destinada a “los criminales más peligrosos del planeta”. Sin embargo, informes revelan que cientos de los recluidos no tenían procesos penales activos.
Aunque el Departamento de Seguridad Nacional y las autoridades de Florida no reaccionaron de inmediato, medios locales informaron que el estado planea apelar la sentencia. Paralelamente, ya se trasladó a cientos de migrantes a otros centros de detención ante la inminente clausura.
El gobernador republicano Ron DeSantis anunció que Florida abrirá próximamente un nuevo centro migratorio en una antigua prisión cerca de Gainesville, lo que apunta a que el debate sobre la detención de migrantes seguirá marcando la agenda política en el estado.
Crédito fotográfico: CNN