
THE LATIN VOX (1 de octubre del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
Lo que pretendía ser un encuentro estratégico entre la nueva cúpula del Pentágono y los principales líderes militares estadounidenses terminó convirtiéndose en una tormenta de críticas.
El secretario de Guerra, Pete Hegseth, ofreció en la base de Quantico un discurso que, lejos de generar unidad, fue calificado por veteranos y exoficiales como “egotista”, “despectivo” y “potencialmente peligroso”.
Hegseth, expresentador de televisión convertido en alto funcionario del gobierno de Donald Trump, se dirigió a más de 800 generales y almirantes en una alocución estilo Ted Talk que abarcó temas de condición física, doctrina de “letalidad” y críticas al enfoque de diversidad e inclusión en las fuerzas armadas.
“Fue insultante”, dijo el general retirado Dana Pittard, quien comandó tropas en Irak y coescribió Hunting the Caliphate. Pittard rechazó de plano la insinuación de Hegseth de que oficiales de alto rango de color —como él mismo— habían ascendido gracias a cuotas inexistentes. “No solo es falso, es ofensivo”, añadió.
Naveed Shah, veterano del ejército y director de políticas en la organización Common Defense, se mostró sorprendido: “Las personas en esa sala llevaban 20 o 30 años de servicio. No necesitan a Pete Hegseth para hablarles de ‘espíritu guerrero’”.
Reacciones encontradas sobre mujeres en combate
El discurso incluyó comentarios sobre mujeres en roles de combate, donde Hegseth defendió que ellas debían cumplir los mismos estándares físicos que los hombres. “Si pueden hacerlo, excelente. Si no, es lo que es”, afirmó.
Algunas veteranas lo vieron como una oportunidad de justicia. Sally Roberts, exsoldado en Afganistán y medallista mundial de lucha olímpica, destacó: “Esto podría nivelar el terreno para mujeres altamente capacitadas que fueron frenadas por prejuicios”.
Pero otras lo consideraron un retroceso. Amy McGrath, ex piloto de combate naval y ex candidata al Senado, replicó: “Nunca ha existido un estándar ‘masculino’ y otro ‘femenino’. Siempre ha habido un solo estándar, y las mujeres lo hemos cumplido. Se trata de hacer o no hacer el trabajo”.
Temor por el sesgo político
Más allá de la polémica sobre género, lo que más inquietó a algunos asistentes fue la carga ideológica del mensaje y el contexto marcado por Trump, quien lo secundó con un discurso cargado de referencias partidistas y alusiones al “enemigo interno”.
“Ese tipo de lenguaje es un terreno resbaladizo y muy peligroso”, advirtió Pittard. “Politizar así a los líderes militares puede socavar la cadena de mando y la confianza en las fuerzas armadas”.
Tamara Stevens, ex técnica criptológica de la Marina, fue más dura: “Hablar de ‘letalidad’ de esa manera nos reduce a simples destructores. Para cualquiera que haya servido, es evidente que Hegseth no está capacitado para ser secretario de Defensa. Apenas lo estaba para ser presentador en Fox News”.
Una reunión cuestionada
El encuentro, envuelto en secretismo y realizado en vísperas de un posible cierre de gobierno, también generó críticas logísticas. Convocar a cientos de altos oficiales en un solo lugar, apuntó Shah, fue “una apuesta innecesaria” que habría podido resolverse con un memorando. “Un resfriado común en esa sala podría haber puesto en riesgo toda la cadena de mando”, ironizó.
La reunión, inédita en su formato y tono, deja más preguntas que respuestas sobre el rumbo de la política de defensa estadounidense. Para muchos veteranos, el mayor riesgo no provino del exterior, sino de un discurso que, según ellos, trató con arrogancia a los hombres y mujeres que han sostenido durante décadas la columna vertebral militar del país.
Crédito fotográfico: Air & Space Forces Magazine