THE LATIN VOX (15 de septiembre de 2025).- Por Daniela Medina.
En un giro que podría marcar un punto de inflexión en la larga disputa sobre el futuro de TikTok en Estados Unidos, funcionarios del gobierno estadounidense confirmaron este fin de semana que se ha alcanzado un “marco de entendimiento” con China respecto a la propiedad de la popular aplicación de videos cortos. El acuerdo preliminar busca resolver años de incertidumbre sobre el control, la seguridad de datos y la influencia política detrás de una de las plataformas más utilizadas por los jóvenes a nivel global.
Un conflicto de años por la seguridad nacional
TikTok, con más de 150 millones de usuarios en EE.UU., se ha convertido en uno de los espacios digitales más influyentes, capaz de moldear tendencias culturales, discursos políticos y patrones de consumo. Pero desde 2020, cuando la administración de Donald Trump lanzó las primeras advertencias sobre la compañía matriz china ByteDance, Washington ha sostenido que la aplicación representa un riesgo para la seguridad nacional, al alegar que los datos de los usuarios estadounidenses podrían ser compartidos con el gobierno chino.
Pese a múltiples intentos de negociación, audiencias en el Congreso y propuestas de venta parcial a empresas estadounidenses, el debate ha permanecido en un punto muerto durante años, agravando las tensiones en la ya delicada relación bilateral entre las dos mayores economías del mundo.
¿Qué implica el “marco de entendimiento”?
De acuerdo con funcionarios estadounidenses, el nuevo esquema no es aún un acuerdo definitivo, sino una base para futuras negociaciones más detalladas. Entre los puntos clave estarían:
- Separación parcial de propiedad: ByteDance mantendría participación en TikTok, pero se establecería un modelo mixto donde inversionistas estadounidenses y entidades independientes tendrían control mayoritario en las operaciones de la plataforma en EE.UU.
- Supervisión de datos: se prevé la creación de una estructura técnica y legal que impida la transferencia de información sensible de usuarios a servidores en China. Esto incluiría auditorías externas regulares y la posibilidad de sanciones automáticas en caso de incumplimiento.
- Autonomía de algoritmos: uno de los temas más espinosos es el acceso y control de los algoritmos que determinan el contenido que ve cada usuario. El marco sugeriría un modelo en el que el código fuente permanezca bajo supervisión internacional, con revisiones de expertos aprobados por ambas partes.
- Compromiso de no interferencia política: Estados Unidos habría solicitado garantías de que la plataforma no será utilizada como herramienta de propaganda o manipulación política, especialmente de cara a procesos electorales.
China, cautela y defensa de ByteDance
Desde Pekín, el Ministerio de Comercio se mostró prudente, señalando que “cualquier acuerdo debe respetar las leyes y regulaciones de China” y reiterando que ByteDance es una empresa privada que no actúa como brazo del Partido Comunista. Voceros oficiales advirtieron que no aceptarán una “desposesión forzada”, aunque reconocieron que un marco de cooperación “puede ser un paso en la dirección correcta para reducir la desconfianza”.
Reacciones en Washington
El anuncio llega en un momento de gran sensibilidad política. Legisladores republicanos han criticado cualquier acuerdo que no implique una venta total de TikTok a intereses estadounidenses, mientras que sectores demócratas ven con buenos ojos un esquema más equilibrado que no genere un choque frontal con China.
El presidente Joe Biden, que se ha enfrentado a la presión de aprobar leyes que restrinjan el uso de TikTok en suelo estadounidense, calificó el marco como un avance “cauteloso pero significativo”, asegurando que la prioridad seguirá siendo la seguridad nacional.
Impacto global y el precedente regulatorio
La disputa por TikTok no es solo un pulso bilateral, sino un precedente sobre cómo se regula el futuro de la tecnología global:
- Para otras aplicaciones chinas — plataformas como WeChat o Temu podrían enfrentar restricciones similares si no se resuelve de manera transparente el control de datos.
- Para Europa — Bruselas también estudia regulaciones más estrictas sobre aplicaciones extranjeras, y el modelo EE.UU.–China podría servir como referencia.
- Para Silicon Valley — el desenlace podría definir las reglas de competencia frente a plataformas que operan en distintos marcos regulatorios.
- Para usuarios globales — se abre la incógnita de cómo se mantendrá la experiencia de TikTok sin que las tensiones geopolíticas interfieran en su funcionamiento.
Próximos pasos
Aunque el marco es visto como un avance diplomático, los analistas advierten que los detalles técnicos y legales aún deben negociarse, lo que podría llevar meses, o incluso años, antes de que se logre un acuerdo definitivo. Además, cualquier pacto necesitaría la aprobación del Congreso estadounidense y de los reguladores chinos.
La guerra por TikTok se ha convertido en mucho más que una disputa sobre una aplicación: simboliza el choque entre dos modelos de poder digital. Para Washington, se trata de proteger datos y procesos democráticos. Para Pekín, de defender a sus empresas tecnológicas frente a lo que considera un proteccionismo disfrazado de seguridad nacional.
Si este marco se convierte en un acuerdo real, podría sentar las bases de un nuevo orden en la gobernanza tecnológica global. Pero si fracasa, el mundo podría estar cada vez más cerca de una internet fragmentada, dividida por fronteras digitales que reflejan las tensiones geopolíticas del siglo XXI.
Fuente: /www.bbc.com
Foto:Google fotos