THE LATIN VOX (31 de julio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
En un movimiento que redefine la relación económica entre Estados Unidos y uno de sus principales aliados asiáticos, el presidente Donald Trump anunció ayer miércoles un nuevo acuerdo comercial con Corea del Sur que impone aranceles del 15% a las importaciones surcoreanas, al tiempo que establece un ambicioso fondo de inversión bilateral por valor de 350.000 millones de dólares.
El pacto, alcanzado apenas horas antes de que entraran en vigor nuevos aranceles globales más agresivos, fue calificado por Trump como un «acuerdo completo y definitivo» que «beneficiará enormemente a la industria y seguridad energética de Estados Unidos».
Desde Seúl, el presidente surcoreano Lee Jae Myung celebró el acuerdo como “el primer gran desafío comercial” de su administración, que asumió el poder en junio, y aseguró que Corea del Sur había “superado un gran obstáculo”.
“Con este acuerdo, hemos eliminado la incertidumbre sobre nuestras exportaciones y garantizado que los aranceles estadounidenses no sean peores que los impuestos a nuestros competidores”, dijo Lee en un mensaje publicado en Facebook.
Aranceles menores, inversiones mayores
Los aranceles del 15% representan una reducción significativa frente al 25% que Trump había amenazado con imponer a productos surcoreanos como autos, acero y productos electrónicos.
A cambio, Corea del Sur se comprometió a comprar 100.000 millones de dólares en gas natural licuado y otros productos energéticos estadounidenses, además de permitir el ingreso libre de aranceles de automóviles, camiones y productos agrícolas estadounidenses en su mercado.
Además, como parte del acuerdo, Seúl aceptó crear un fondo de inversión de $350.000 millones, del cual $150.000 millones se destinarán específicamente al sector de la construcción naval, una industria clave para ambas economías.
No se han dado detalles concretos sobre el calendario o los mecanismos para canalizar esas inversiones, aunque Trump aseguró que “más anuncios vendrán muy pronto”.
Tecnología y energía: Acuerdos clave
En el marco de la negociación, dos de los gigantes industriales surcoreanos cerraron acuerdos multimillonarios con Tesla:
- Samsung Electronics firmó un contrato por $16.500 millones para suministrar chips.
- LG Energy Solution acordó entregar $4.300 millones en baterías para sistemas de almacenamiento de energía.
Estos compromisos fueron interpretados como parte del impulso surcoreano para garantizar un acuerdo favorable antes de la fecha límite autoimpuesta por Trump del 1 de agosto, cuando se esperaba una nueva ola de aranceles punitivos.
Una carrera contra el reloj
El acuerdo con Corea del Sur llega después de que Trump cerrara pactos similares con Japón y la Unión Europea, también sujetos a un arancel base del 15%, y en contraste con los aranceles del 25% contra India y 50% contra Brasil anunciados el mismo día.
En declaraciones desde la Casa Blanca, Trump destacó que Corea del Sur “ha demostrado voluntad para cooperar, invertir en Estados Unidos y respetar nuestras reglas”.
El presidente surcoreano Lee Jae Myung visitará Washington en las próximas dos semanas para oficializar el acuerdo en persona, en lo que se espera sea una muestra pública de la renovada alianza comercial y estratégica entre ambos países.
Reacciones mixtas en Corea del Sur
Aunque el gobierno surcoreano celebró el acuerdo como una victoria diplomática, el acceso libre para productos agrícolas estadounidenses y concesiones en la industria automotriz generaron preocupación entre sectores rurales y sindicatos locales.
Sin embargo, Seúl también dejó claro que sus mercados de arroz y carne vacuna seguirán protegidos, y que no aceptará más concesiones sin reciprocidad.
“El acuerdo no solo estabiliza nuestras exportaciones, sino que también nos posiciona en pie de igualdad, o mejor, frente a otros competidores como Japón o la UE”, afirmó el ministro de Comercio, Yeo Han-koo.
Implicaciones globales
Con este acuerdo, Trump refuerza su estrategia de “comercio bajo presión” en la recta final para cumplir con su agenda arancelaria del 1 de agosto. La medida también ilustra la creciente tendencia a bilateralizar el comercio global, alejándose de marcos multilaterales como la OMC.
Mientras tanto, el gobierno surcoreano espera que este acercamiento a Washington proporcione estabilidad económica interna y reafirme su peso estratégico en la región Asia-Pacífico, en medio de crecientes tensiones con China y Corea del Norte.
El nuevo acuerdo entre Estados Unidos y Corea del Sur representa un delicado equilibrio entre presión comercial y pragmatismo diplomático. Mientras Trump suma otra victoria simbólica en su cruzada proteccionista, Lee Jae Myung apuesta por mantener a Corea del Sur como un actor competitivo y confiable en el tablero económico mundial.
Crédito fotográfico: The Economic Times