El alcalde de Vancouver, Ken Sim, anunció el lunes que presentará una solicitud al gobierno provincial para abolir la junta de parques de la ciudad, un organismo electo que se encarga de administrar los parques, las playas y las instalaciones recreativas.
Sim dijo que la junta de parques es una institución obsoleta y redundante, que genera conflictos y retrasos con el consejo municipal y que cuesta a los contribuyentes unos 10 millones de dólares al año.
El alcalde argumentó que la abolición de la junta de parques permitiría una gestión más eficiente y transparente de los espacios verdes de la ciudad, y que garantizaría que se respeten los intereses de los ciudadanos y de las naciones indígenas.
La propuesta de Sim cuenta con el apoyo de la mayoría de los concejales de su partido, ABC Vancouver, que controla el consejo municipal desde las elecciones de 2022. Sin embargo, se enfrenta a la oposición de los comisionados de la junta de parques, que pertenecen a otros partidos, y de algunos grupos comunitarios y ambientalistas, que temen que la abolición de la junta de parques ponga en riesgo la protección y el mantenimiento de los parques.
Para que la solicitud de Sim prospere, necesita la aprobación del gobierno provincial de la Columbia Británica, que tiene la potestad de modificar la carta orgánica de la ciudad. El ministro de Asuntos Municipales, David Eby, dijo que el gobierno estudiará la solicitud de Sim, pero que también escuchará las opiniones de otras partes interesadas antes de tomar una decisión.
La junta de parques de Vancouver es el único organismo de este tipo que existe en Canadá, y tiene una larga historia que se remonta a 1888. La junta de parques tiene la autoridad para establecer las políticas, los presupuestos y las tarifas de los parques y las instalaciones recreativas de la ciudad, así como para contratar y supervisar al personal.