
THE LATIN VOX (26 de agosto del 2025).- Por Daniela Medina.
Este verano, la región del este de Canadá enfrenta una temporada de incendios forestales descrita como “sin precedentes” por los propios bomberos de Halifax. La situación ha desbordado capacidades, expuesto carencias estructurales y convertido el desafío en una problemática nacional.
1. Emergencia regional frente a recursos limitados
El presidente del sindicato de bomberos de Halifax, Joe Triff, denunció que las autoridades policiales llevan advirtiendo durante mucho tiempo sobre la necesidad de mejorar la preparación. Según él, no se ha avanzado en protocolos modernos, entrenamientos actualizados o en equipamiento de protección personal adecuado herramientas clave para enfrentar brotes como el de Tantallon en 2023 y Suzy Lake este año.
Mientras tanto, decenas de incendios activos arrasan en múltiples provincias atlánticas, provocando evacuaciones, daños a viviendas y restricciones continuas al uso del fuego.
2. Una temporada histórica que no cede
Este año es ya la segunda temporada de incendios más devastadora en la historia de Canadá. Se han quemado más de 7,3 millones de hectáreas, cifra que supera en 78 % el promedio quinquenal y solo es superada por la histórica temporada de 2023.
El riesgo no disminuye: el gobierno federal advirtió que las altas temperaturas y condiciones secas permitirían que los incendios persistan incluso hasta el otoño. Las provincias atlánticas junto con el oeste permanecen en alerta máxima.
3. Cambio de eje: del oeste al este del país
Históricamente, los peores incendios ocurrían en el oeste canadiense. Sin embargo, este año las regiones más afectadas incluyen las praderas y el Atlántico especialmente Saskatchewan, Manitoba, Terranova y Nueva Escocia realzando la nueva amenaza que enfrentan comunidades consideradas fuera de riesgo.
Medidas extremas como prohibiciones vehiculares en zonas boscosas, restricciones de acceso y emergencia regional fueron implementadas para contener la expansión irreversible de las llamas.
4. Secuelas ambientales, sociales y climáticas
- Prolongación del problema: Un informe oficial indicó más de 3.000 incendios a mediados de julio y comprometió una inversión de casi 12 millones de dólares para crear un Centro de Excelencia en Innovación Forestal.
- Impacto en comunidades indígenas: Muchas comunidades originarias se encuentran entre las más vulnerables, citando falta de planificación preventiva y ayudas insuficientes.
- Alteración atmosférica global: El humo de los incendios ha deteriorado gravemente la calidad del aire en EE. UU. y puede llegar incluso a Europa.
- Origen del desastre: Científicos advierten sobre los “incendios zombi” restos de temporada anterior que se reavivan, alimentados por sequías y calor extremo como parte del impacto del cambio climático.
Síntesis comparativa
| Factor clave | Situación actual en el Atlántico canadiense |
|---|---|
| Gravedad regional | “Temporada sin precedentes” según bomberos locales |
| Cobertura nacional | 2025 es la segunda peor temporada en territorio nacional |
| Cambio territorial | Incendios ahora alcanzan zonas del este y praderas |
| Respuestas institucionales | Sin mejoras planificadas; sindicados en alerta |
| Complicaciones adicionales | Emergencia de “incendios zombi” y humo transfronterizo |
Conclusión
La temporada de incendios forestales en el Atlántico canadiense se ha convertido en un termómetro alarmante del clima extremo que se está normalizando. Sin recursos adecuados y planificación preventiva, comunidades enteras quedan expuestas frente a un riesgo cada vez más frecuente y destructivo.
Este escenario demanda reflexión y acción urgente: reforzar capacidades locales, integrar prácticas climáticas resilientes y repensar la estrategia nacional de manejo forestal.
Fuente: Noticias globales
Foto: Global News