El aumento del uso de los bancos de alimentos en Nuevo Brunswick refleja la inseguridad alimentaria en Canadá

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Un nuevo informe de Food Banks Canada revela que casi 2 millones de canadienses recurrieron a un banco de alimentos el pasado mes de marzo, lo que supone un aumento del 32 por ciento respecto al mismo mes del año anterior y del 79 por ciento respecto a marzo de 2019. El informe muestra un panorama alarmante de la inseguridad alimentaria en el país, que se ha agravado por el alto costo de la vida y los bajos ingresos.

En Nuevo Brunswick, el uso de los bancos de alimentos aumentó un 25 por ciento, el mayor salto desde que se empezaron a recopilar datos en 1989. La mitad de los usuarios eran adultos solteros en edad de trabajar, algunos de ellos con empleos estables y salarios medios, que no podían afrontar la inflación y el endeudamiento. Según el director de investigación de Food Banks Canada y autor del informe, Richard Matern, se trata de una situación “aterradora” que pone en riesgo la vida de miles de personas.

El economista de la Universidad de Nuevo Brunswick, Herb Emery, coincidió en que se trata de una crisis que requiere medidas urgentes. Emery explicó que el mercado laboral se ha enfriado, lo que dificulta aumentar los ingresos, y que los precios están determinados por factores externos, sobre los que se tiene poco control. La única opción que le queda al Banco de Canadá para frenar la inflación es obligar a la gente a gastar menos, lo que implica recortar en otros aspectos, como la alimentación.

El informe de Food Banks Canada se suma a otro estudio reciente sobre la inseguridad alimentaria en Canadá, realizado por el equipo de investigación Proof, que utiliza datos de la Encuesta de Ingresos de Canadá de 2021. Según este estudio, Nuevo Brunswick tuvo el segundo mayor porcentaje de individuos que vivían en hogares con inseguridad alimentaria de las 10 provincias, solo superado por la Isla del Príncipe Eduardo. El estudio también encontró que las provincias atlánticas tenían las tasas más altas de inseguridad alimentaria, debido a las altas tasas de inflación y desempleo.

Ante este escenario, las organizaciones humanitarias han hecho un llamado a la comunidad internacional para que intervenga y ponga fin a la violencia, así como para que facilite el envío de ayuda humanitaria y médica a Gaza. Sin embargo, el acceso a la franja sigue siendo muy restringido y peligroso, lo que dificulta la labor de los trabajadores humanitarios y sanitarios. Mientras tanto, los hospitales de Gaza siguen luchando por salvar vidas en medio de la guerra.


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