
THE LATIN VOX (01 de Noviembre del 2025).- Por Daniela Medina.
La vuelta del horario estándar y lo que esto implica
En la madrugada del domingo, se concluye el horario de verano: los relojes retrocederán una hora a las 2:00 a.m., lo que significa una ganancia de 60 minutos de sueño para muchos. La medida, adoptada anualmente en muchas regiones del hemisferio Norte, busca ajustar el ritmo de las actividades humanas al ciclo de luz natural. reportó el cambio el 1 de noviembre.
No obstante, aunque la práctica es rutinaria, los efectos no son inocuos: según la doctora Milena Pavlova, neuróloga y especialista en sueño del sistema Mass General Brigham afiliado a la Harvard Medical School, el ajuste del reloj puede alterar el “reloj interno” del cuerpo y tiene efectos observados, por ejemplo, en el incremento de riesgo de infarto tras el cambio de horario.
Historia y razones detrás del cambio de horario
El horario de verano (DST, por sus siglas en inglés) fue adoptado en múltiples países para aprovechar más la luz del día en las estaciones cálidas, con fines de ahorro energético, mayor productividad y menos accidentes. Al terminar la primavera y llegar el otoño, se revierte al horario estándar para adaptarse al menor fotoperiodo.
Este ajuste anual tiene implicaciones prácticas como más luz por la mañana o tarde, ahorro de energía, cambios en transporte pero también lleva consigo efectos fisiológicos que hoy son objeto de estudios más detallados.
El impacto sobre la salud humana
Según la Dra. Pavlova, el cuerpo humano tiene un ritmo circadiano que regula sueño, vigilia, metabolismo y funciones cardiovasculares. Alterar ese ritmo, aunque sea en una hora, puede generar:
- Cambios en la calidad del sueño durante los primeros días: dificultad para conciliar, somnolencia diurna o despertar precoz.
- Incremento marginal del riesgo de eventos cardiovasculares (como infartos) en el periodo inmediatamente posterior al cambio de horario. Según estudios previos, la incidencia de infartos suele aumentar en el primer día tras la transición de primavera o otoño. VOCM
- Alteraciones del estado de ánimo, concentración y rendimiento en el trabajo o en actividades que requieren atención sostenida.
Aunque la ganancia de una hora de sueño puede parecer benigna, el cambio implica que los horarios de luz y oscuridad se desplacen, lo que afecta nuestro “reloj biológico” aunque el día haya aumentado o disminuido muy poco.
Consejos para una transición más suave
Dadas las implicaciones del cambio de hora, se recomiendan algunas acciones para atenuar sus efectos:
- Ajustar levemente el horario de acostarse y despertarse unos días antes del cambio, para “desacelerar” la transición.
- Aprovechar la luz natural por la mañana temprana para activar el cuerpo y facilitar el alineamiento del ritmo circadiano.
- Evitar siestas largas justo tras el cambio, ya que pueden confundir al reloj interno.
- Mantener rutinas de sueño estables, reducir consumo de cafeína o pantallas antes de dormir y fomentar actividades relajantes en la tarde-noche.
- Si se produce somnolencia, dificultad para concentrarse o malestar inusual, considerar la posibilidad de consultar a un profesional de salud.
Un debate que continúa
El horario de verano y sus ajustes siguen siendo tema de debate en numerosos países: algunos estados o regiones optan por eliminar el cambio de hora, argumentando que sus efectos sobre salud, productividad y consumo de energía no son concluyentes. Otros defienden que aporta flexibilidad estacional y ahorro.
Para la población, mantenerse informado y adaptar sus rutinas es clave. Aunque el cambio puede parecer menor, la suma de efectos individuales y sociales en salud, transporte, trabajo o seguridad lo convierten en un asunto relevante para el bienestar diario
Este domingo, cuando los relojes retrocedan una hora, obtendremos un “regalo” de sueño adicional, pero también iniciamos una fase en la que nuestro cuerpo exige reajuste. Más allá del alivio momentáneo, conviene entender que el cambio conecta con nuestros ritmos internos, nuestra salud y nuestras rutinas cotidianas.
En un mundo donde el tiempo parece acelerarse cada vez más, tomarnos un momento para atender cómo lo vivimos y cómo nuestro cuerpo lo percibe puede marcar la diferencia entre un “merecido descanso” y un inicio de semana con somnolencia, menor concentración y estrés añadido.
Fuente: vocm.com
Foto: Google fotos