El Consejo de Administración del Plan de Pensiones de Canadá (CPPB, por sus siglas en inglés) ha acusado al gobierno de Alberta de realizar unas consultas “sesgadas y manipuladoras” sobre la posibilidad de abandonar el plan nacional de pensiones y crear uno propio. El CPPB es el organismo que invierte los fondos del Plan de Pensiones de Canadá (CPP, por sus siglas en inglés), al que contribuyen los trabajadores y empleadores de todas las provincias excepto Quebec, que tiene su propio plan.
Según el CPPB, las consultas que ha lanzado el gobierno de Alberta, liderado por el conservador Jason Kenney, presentan una información “inexacta e incompleta” sobre los beneficios y riesgos de salir del CPP y crear el Plan de Pensiones de Alberta (APP, por sus siglas en español). El CPPB afirma que las consultas ignoran los beneficios de la diversificación geográfica, la economía de escala, la gobernabilidad independiente y la solvencia a largo plazo del CPP. Además, el CPPB sostiene que las consultas no explican los costes y desafíos de crear y administrar un nuevo plan de pensiones, ni las implicaciones legales y constitucionales de salir del CPP.
El gobierno de Alberta ha defendido sus consultas, argumentando que responden a la voluntad de los ciudadanos de explorar opciones para tener más autonomía financiera y proteger sus ingresos ante la crisis económica provocada por la pandemia y la caída de los precios del petróleo. El gobierno de Alberta también ha señalado que las consultas son solo una forma de recabar la opinión pública y que no implican una decisión tomada sobre la salida del CPP. Sin embargo, el CPPB ha advertido que salir del CPP sería una decisión “irreversible” que tendría consecuencias negativas para los trabajadores y jubilados de Alberta.