En un movimiento significativo, el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos ha anunciado nuevas medidas para endurecer las reglas de asilo en la frontera con Canadá. Esta decisión se produce en un contexto de creciente preocupación por el aumento de solicitantes de asilo que cruzan desde Canadá hacia los Estados Unidos.
Una de las principales modificaciones es la reducción del tiempo que los solicitantes de asilo tienen para consultar con un abogado antes de presentar su caso. Anteriormente, los solicitantes disponían de 24 horas para esta consulta, pero con las nuevas reglas, este tiempo se ha reducido a solo cuatro horas. Esta medida ha generado críticas por parte de defensores de los derechos de los inmigrantes, quienes argumentan que el tiempo reducido dificulta significativamente la preparación adecuada de los casos de asilo.
El Departamento de Seguridad Nacional ha revisado el Acuerdo de Tercer País Seguro con Canadá, concluyendo que es posible agilizar el proceso sin comprometer el acceso a procedimientos justos para determinar las solicitudes de asilo. Este acuerdo, vigente desde 2004, establece que los refugiados deben solicitar asilo en el primer país seguro al que lleguen, ya sea Canadá o Estados Unidos.
Otra de las modificaciones importantes es que los oficiales de la frontera solo considerarán la evidencia documental que los solicitantes de asilo tengan consigo al llegar. Esta medida ha sido criticada por expertos en políticas migratorias, quienes señalan que muchas personas que huyen de persecuciones no tienen la oportunidad de llevar consigo toda la documentación necesaria.
La reducción del tiempo para consultar con abogados y la limitación en la consideración de evidencia documental han sido vistas como señales preocupantes por parte de defensores de los derechos humanos y expertos legales. Jamie Chai Yun Liew, profesora de derecho en la Universidad de Ottawa, ha expresado su preocupación sobre si Estados Unidos está cumpliendo con sus obligaciones internacionales.
Estas medidas se enmarcan en un contexto político complejo, con la administración del presidente Joe Biden enfrentando críticas tanto de demócratas como de republicanos en relación con la gestión de la inmigración y la seguridad fronteriza. Las nuevas reglas en la frontera con Canadá reflejan un esfuerzo por abordar estas preocupaciones antes de las elecciones de noviembre.
El endurecimiento de las reglas de asilo en la frontera con Canadá por parte del Departamento de Seguridad Nacional representa un cambio significativo en la política migratoria de Estados Unidos. Mientras que el gobierno argumenta que estas medidas son necesarias para agilizar el proceso y garantizar la seguridad, los críticos advierten sobre las posibles implicaciones negativas para los derechos de los solicitantes de asilo y el cumplimiento de las obligaciones internacionales.