
La estrategia comercial de Donald Trump ha vuelto a estar en el centro del debate económico, con el regreso de políticas proteccionistas que buscan fortalecer la industria estadounidense, pero que, según analistas, podrían generar el llamado «efecto lavadora»: un fenómeno donde los costos de los productos terminan aumentando en lugar de reducirse.
El origen del «efecto lavadora»
El término surgió en 2018 cuando la administración Trump impuso aranceles del 20 % a las lavadoras importadas con el objetivo de incentivar la producción nacional. Sin embargo, en lugar de beneficiar a los consumidores con precios más bajos, el resultado fue el contrario: los fabricantes nacionales también aumentaron sus precios y, en general, los costos de las lavadoras subieron un 12 %.
Este fenómeno ocurre cuando los aranceles protegen a la industria local de la competencia extranjera, lo que le permite subir precios sin el riesgo de perder mercado. En paralelo, los costos de insumos y materiales también suben debido a los impuestos sobre las importaciones, lo que se traduce en productos más caros para el consumidor final.
Nuevos aranceles, mismos riesgos
Ahora, con una nueva ola de aranceles planteada por Trump como parte de su estrategia para 2025, los expertos advierten que el mismo escenario podría repetirse. Trump ha sugerido aplicar un arancel general del 10 % a todos los bienes importados y un 60 % a los productos chinos, con la intención de reducir el déficit comercial y fortalecer la manufactura estadounidense.
Sin embargo, economistas y líderes empresariales advierten que estas medidas podrían tener efectos contraproducentes en sectores como la electrónica, los electrodomésticos y los automóviles, donde los costos de producción dependen en gran parte de insumos importados.
Impacto en los consumidores y la inflación
El aumento de costos en la producción local y la limitación de la competencia pueden generar una escalada de precios que afecte directamente a los consumidores estadounidenses. Con una inflación aún presente en la economía, este tipo de medidas podrían agravar la situación y hacer que los hogares enfrenten mayores dificultades para adquirir productos esenciales.
Además, sectores como la agricultura y la tecnología podrían verse perjudicados si otros países deciden tomar represalias con aranceles a productos estadounidenses, reduciendo las exportaciones y afectando empleos en diversas industrias.
Incertidumbre en el comercio internacional
A medida que avanza el año electoral en EE. UU., el tema de los aranceles se perfila como un eje clave del debate económico. Mientras Trump defiende su postura proteccionista, sus críticos argumentan que estas medidas podrían terminar castigando a los propios consumidores y empresas estadounidenses.
Por ahora, el «efecto lavadora» sirve como advertencia de los posibles riesgos de una política comercial basada en el alza de aranceles. El impacto real dependerá de cómo reaccione el mercado y de las decisiones que tome la administración estadounidense en los próximos meses.