El legado de Charlie Kirk divide a EE.UU. mientras Trump lo eleva a símbolo político

To shared

THE LATIN VOX (21 de septiembre de 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.

Decenas de miles de personas se congregaron este domingo en un estadio de fútbol en Arizona para rendir homenaje a Charlie Kirk, el influyente organizador juvenil conservador y figura cercana a Donald Trump, asesinado el 10 de septiembre durante un acto en la Universidad del Valle de Utah.

El evento, con un despliegue de seguridad comparable al del Super Bowl, reunió a la élite del gobierno estadounidense: el presidente Donald Trump, el vicepresidente JD Vance, el secretario de Estado Marco Rubio, varios miembros del gabinete y altos funcionarios de la Casa Blanca. La presencia reflejó el profundo peso político que Kirk, de solo 31 años, había adquirido dentro del movimiento Make America Great Again (MAGA).

Entre la elegía y la campaña

Trump cerró la serie de discursos con una intervención que osciló entre la elegía solemne y la retórica de campaña. A ratos recordó la vida y el mensaje de Kirk, citando sus últimas palabras conocidas –“No estoy aquí para pelear con ellos, quiero conocerlos y amarlos”–, en referencia a los estudiantes que lo cuestionaban en Utah. Pero pronto derivó hacia comentarios improvisados, bromas y alusiones políticas contra sus adversarios.

Vance, por su parte, describió a Kirk como un “mártir de la fe cristiana”, elevando su figura a un símbolo de resistencia cultural y política para la derecha estadounidense. Rubio destacó su capacidad de diálogo: “Entendía que no fuimos creados para aislarnos, sino para involucrarnos con el otro”.

Una multitud movilizada

El acto atrajo a seguidores llegados de distintos estados. Algunos, como Christina Sawick, viajaron desde la madrugada para asegurar un lugar en el estadio. “Lo seguía desde 2016. No endulzaba nada, decía lo que pensaba y quería que todos fueran escuchados”, afirmó, luciendo una gorra con el lema «Trump was right about everything”.

Otros lo vivieron casi como una peregrinación. Jeffrey Barke, médico de California, aseguró que usará su plataforma digital para difundir el mensaje de Kirk, al que definió como un referente para una nueva generación conservadora.

Tensiones y legado polémico

El homenaje se desarrolló bajo un fuerte operativo de seguridad, un día después de que un hombre armado con una pistola y un cuchillo fuera detenido en el recinto. Según la organización Turning Point USA, fundada por Kirk, el detenido alegó brindar “seguridad privada” para un invitado, aunque sin coordinación oficial.

La muerte de Kirk ha agudizado la polarización política en Estados Unidos. Aunque los fiscales de Utah acusan a Tyler Robinson, de 22 años, de asesinato con premeditación –y han anunciado que pedirán la pena de muerte–, no se han encontrado vínculos entre el sospechoso y grupos de izquierda.

Pese a ello, Trump y sus asesores han intentado responsabilizar a los demócratas y a movimientos progresistas, acusándolos de alentar un clima de violencia.

Mientras tanto, en sectores conservadores ha crecido una campaña de represalias contra voces críticas o irónicas respecto al legado de Kirk. Profesores, estudiantes, periodistas e incluso el presentador Jimmy Kimmel han sido sancionados o despedidos por comentarios sobre el activista, en lo que organizaciones de derechos civiles denuncian como un grave retroceso en la libertad de expresión.

Una figura para la historia reciente

Para unos, Charlie Kirk será recordado como el “susurrador de la juventud conservadora”, un comunicador capaz de movilizar a miles en campus universitarios. Para otros, como un agitador que contribuyó a profundizar las divisiones del país.

Lo cierto es que su muerte, y el uso político de su memoria, se han convertido en un espejo de la crispación que domina la vida pública estadounidense en plena campaña presidencial.

Crédito fotográfico: Bloomberg


To shared