En un escenario que parece sacado de una película de acción, el aeropuerto internacional Pearson de Toronto fue testigo del mayor atraco de oro en la historia de Canadá. Hace un año, un avión cargado de oro y divisas aterrizó en Toronto desde Zúrich, Suiza. Sin embargo, el cargamento no llegó a su destino programado.
Un camión con documentación falsa se infiltró en el aeropuerto y se apoderó de 6,600 lingotes de oro, valorados en más de 14.5 millones de dólares (20 millones de dólares canadienses), junto con divisas por valor de 1.8 millones de dólares (2.5 millones de dólares canadienses). Este audaz robo no podría haberse llevado a cabo sin la colaboración de alguien desde dentro.
Dos trabajadores de Air Canada, Parmpal Sidhu y el ex directivo Simran Preet Panesar, están implicados en esta operación. Sidhu está detenido, mientras que Panesar, quien condujo a la policía por las instalaciones después del robo, sigue en paradero desconocido tras dimitir de su cargo el verano pasado.
La investigación apunta a un grupo de delincuentes “bien organizado”, tanto dentro como fuera del aeropuerto, que ejecutó un atraco “cuidadosamente planificado”. El camión de cinco toneladas accedió al almacén utilizando un billete de avión legítimo impreso en las instalaciones de Air Canada. La carta de porte aéreo resultó ser un duplicado de un documento utilizado para un envío de mariscos el día anterior.
Este sorprendente episodio destaca la necesidad de vigilancia y seguridad en los aeropuertos, incluso desde dentro, para proteger valiosas cargas y mantener la confianza en el transporte aéreo.