En un giro digno de una película de suspenso, el Aeropuerto Internacional Pearson de Toronto se ha convertido en el escenario de un audaz robo de oro. La pregunta en boca de todos es: ¿Dónde fue a parar el oro? Un experto en crímenes ha ofrecido su perspectiva sobre la investigación que se está desarrollando.
El robo, que tuvo lugar el año pasado, resultó en la desaparición de casi $24 millones en oro y efectivo. La policía ha arrestado a nueve personas en relación con el incidente, algunas de las cuales tienen vínculos con el tráfico de armas en Estados Unidos. Entre los detenidos se encuentran empleados de Air Canada, lo que sugiere que el robo fue un trabajo interno meticulosamente planificado.
La investigación conjunta entre la Policía Regional de Peel y la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de EE. UU. ha llevado a múltiples arrestos y a la formulación de 19 cargos. Además, se ha emitido una orden de arresto a nivel nacional para un ex empleado de Air Canada, quien se cree que ayudó a los ladrones.
El robo ha sido calificado como el mayor hurto de oro en la historia de Canadá por el detective sargento Mike Mavity. Los detalles del robo son asombrosos: los sospechosos ganaron acceso a las instalaciones de carga del aeropuerto utilizando un documento fraudulento y lograron llevarse 6,600 barras de oro puro valoradas en aproximadamente $20 millones CAD, además de unos $2.5 millones en diversas monedas extranjeras.
Este caso sigue desarrollándose, y la comunidad internacional está atenta a cada nueva revelación. Mientras tanto, el experto en crímenes insiste en que la clave para resolver este enigma radica en rastrear el oro desaparecido y comprender las conexiones internacionales que podrían haber facilitado este crimen tan extraordinario.