El Museo del Louvre reabre sus puertas tras el espectacular robo de las joyas de la corona francesa: París intenta volver a la normalidad en medio del desconcierto

To shared

THE LATIN VOX (22 de octubre del 2025).- Por Daniela Medina. 

Tres días después del robo más audaz en la historia reciente del arte europeo, el Museo del Louvre reabrió sus puertas este miércoles entre estrictas medidas de seguridad y una mezcla de alivio, indignación y desconcierto entre los visitantes. El legendario recinto parisino, símbolo universal de la cultura y el patrimonio francés, busca recuperar la calma tras el hurto de varias joyas de la corona francesa ocurrido el pasado domingo, un crimen que ha sacudido al país y despertado críticas sobre las fallas en los sistemas de vigilancia del museo más visitado del mundo.

Un robo digno de película

El robo, ejecutado con precisión quirúrgica, ocurrió la mañana del domingo 19 de octubre, cuando un grupo de al menos cuatro individuos accedió al recinto mediante una ventana lateral del ala Denon, donde se encuentra la Galería de Apolo, famosa por albergar las joyas de la monarquía francesa. Los asaltantes, vestidos como técnicos de mantenimiento y equipados con herramientas profesionales, rompieron dos vitrinas blindadas y se llevaron varias piezas de oro y piedras preciosas, entre ellas la corona de la emperatriz Eugenia, un broche de diamantes atribuido a Napoleón III y un collar de perlas que perteneció a María Luisa de Austria.

En apenas siete minutos, los ladrones desaparecieron antes de que los guardias pudieran reaccionar. El sistema de alarmas no se activó completamente, según revelaron fuentes policiales, lo que ha generado fuertes cuestionamientos a la seguridad del museo.

El Ministerio de Cultura de Francia confirmó el lunes que las piezas robadas son “de un valor histórico incalculable” y forman parte del tesoro nacional. “No hablamos solo de joyas, sino de fragmentos de la historia de Francia”, declaró la ministra de Cultura, Rachida Dati, quien aseguró que el gobierno trabaja con Interpol para coordinar una búsqueda internacional.

El Louvre reabre con parte de sus salas cerradas

A pesar del impacto emocional del robo, la dirección del museo anunció su reapertura parcial este miércoles. La decisión, según un comunicado, busca “garantizar la continuidad cultural” y enviar un mensaje de resiliencia a los visitantes.

Sin embargo, la Galería de Apolo, donde se produjo el atraco, permanecerá cerrada “hasta nuevo aviso” mientras se refuerzan los protocolos de seguridad y se realiza una investigación técnica exhaustiva.

Desde las primeras horas de la mañana, cientos de turistas se congregaron frente a la Pirámide de Cristal. Muchos expresaron sorpresa por la rapidez con que el museo volvió a abrir. “Es increíble pensar que alguien pudo robar en un lugar tan vigilado como este”, comentó Lucía Fernández, una turista argentina. “Pero me alegra ver que París no se rinde al miedo”.

Los visitantes notaron un incremento visible de la presencia policial en los accesos, además de controles de bolsas más estrictos y cámaras adicionales.

Críticas y preguntas sin respuesta

El robo ha suscitado un debate nacional sobre la seguridad en los museos franceses. Analistas señalan que, aunque el Louvre invierte millones de euros cada año en vigilancia, la magnitud de su colección y el tamaño del edificio más de 60.000 metros cuadrados de galerías lo convierten en un desafío logístico constante.

El sindicato de trabajadores del Louvre denunció que la reducción de personal de seguridad durante el último año dejó “zonas ciegas” y sistemas sin mantenimiento adecuado. “No es solo un robo, es el resultado de una política de recortes que prioriza el turismo sobre la conservación”, declaró un portavoz sindical al diario Le Parisien.

Por su parte, el presidente Emmanuel Macron calificó el asalto como “una afrenta a la nación” y pidió resultados rápidos a las fuerzas de seguridad. “La República debe proteger su patrimonio con la misma firmeza con que protege su democracia”, afirmó.

Una investigación que apunta al crimen organizado

La policía judicial de París, en coordinación con la Interpol, ha centrado la investigación en una red internacional de contrabando de arte, posiblemente con conexiones en Europa del Este. Fuentes cercanas al caso revelaron que una de las coronas sustraídas fue localizada en las afueras de París, dentro de una bolsa abandonada, aunque presentaba daños irreversibles.

Los investigadores sospechan que las joyas podrían haber sido encargadas por un coleccionista privado, lo que coincide con patrones de robos anteriores en museos de Londres y Ámsterdam.

Hasta el momento, no se han realizado arrestos, pero se analizan grabaciones de cámaras de seguridad y rastros genéticos hallados en la escena del crimen.

Reacciones del mundo del arte

El impacto del robo se ha sentido más allá de Francia. Museos de toda Europa han anunciado revisiones de emergencia en sus sistemas de seguridad. La directora del Museo del Prado, en Madrid, calificó el incidente como “una llamada de atención global”. En tanto, el British Museum expresó solidaridad con sus colegas franceses y ofreció cooperación técnica.

Historiadores del arte, por su parte, subrayan que el daño cultural supera al económico. “Esas joyas no eran simples objetos decorativos, sino testigos del poder y la estética del Segundo Imperio francés”, explicó la especialista en arte decimonónico Claire Deschamps, de la Sorbona.

París entre la indignación y el orgullo

A pesar de la indignación generalizada, la reapertura del Louvre fue recibida también como un acto de resistencia cultural. Los parisinos acudieron en gran número, muchos portando pequeñas banderas con el lema “Notre patrimoine, notre fierté” (“Nuestro patrimonio, nuestro orgullo”).

“París ha pasado por guerras, incendios y atentados, y siempre se levanta”, declaró la alcaldesa Anne Hidalgo durante una breve visita al museo. “El Louvre reabre hoy no solo como un museo, sino como símbolo de que la belleza y la historia no se pueden robar”.

Un símbolo herido, pero vivo

Mientras la investigación avanza, las vitrinas vacías de la Galería de Apolo permanecerán cubiertas con cortinas negras. En el centro de la sala, un cartel reza: “En reparación. La historia también necesita cuidados.”

La reapertura del Louvre, aunque incompleta, simboliza la voluntad de Francia de preservar su legado incluso en tiempos de incertidumbre. Pero el episodio deja una herida abierta: la vulnerabilidad de los tesoros más preciados del mundo frente a un crimen cada vez más sofisticado y globalizado.

A medida que el eco del robo se disipa entre los pasillos del museo, una certeza se impone: el Louvre sigue siendo un emblema universal de la cultura, y aunque sus joyas hayan sido arrancadas, el alma de su patrimonio continúa brillando con la misma fuerza que siempre ha definido a París.

Fuente: www.infobae.com
Foto: Google fotos


To shared