
THE LATIN VOX (23 de marzo del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
Después de más de un mes de tratamiento en el hospital Gemelli de Roma, el Papa Francisco, de 88 años, está listo para regresar a su residencia en la Casa Santa Marta, dentro de la Ciudad del Vaticano.
Según los médicos del pontífice, se espera que el Papa sea dado de alta el domingo tras una recuperación constante de la neumonía bilateral que lo mantuvo hospitalizado desde mediados de febrero.
El Papa fue ingresado el 14 de febrero con una infección respiratoria y neumonía doble, lo que causó gran preocupación en el mundo entero, dado su delicado estado de salud.
Sin embargo, su recuperación ha sido positiva, y según el cirujano general Sergio Alfieri, su situación ha mejorado de manera constante durante las últimas dos semanas.
Los médicos indicaron que el pontífice necesitará un tiempo considerable para su convalecencia, ya que deberá descansar y someterse a tratamiento fisioterapéutico durante los próximos dos meses.
Un Papa que se reinventa
A pesar de los desafíos que ha enfrentado en su salud, el Papa Francisco no ha dejado de cumplir con algunas de sus obligaciones papales.
Desde su habitación de hospital, continuó liderando al Vaticano, aprobando individuos para la santidad e incluso enviando un mensaje claro de paz y desarme.
Hace poco, escribió una carta al editor del diario Corriere della Sera reiterando su llamado a la paz mundial, pidiendo que «desarmemos las palabras, desarmemos las mentes y desarmemos la Tierra».
A pesar de no poder recibir a grupos de personas en los próximos días, los funcionarios del Vaticano informaron que el Papa saldrá al balcón de su habitación el domingo después de la oración del mediodía para saludar a los fieles y darles su bendición.
Esta es una tradición que Francisco ha mantenido incluso en momentos difíciles, mostrando siempre su cercanía con la gente.
La rehabilitación tras la enfermedad
El cardenal Víctor Manuel Fernández, del departamento doctrinal del Vaticano, explicó que el pontífice se encuentra «muy bien» tras el tratamiento, pero señaló que debido al uso de oxígeno de alto flujo, Francisco tendrá que «volver a aprender a hablar».
En marzo, se había divulgado un audio del Papa en el que agradecía las oraciones de sus seguidores, pero su voz sonaba entrecortada y fatigada, lo que reflejaba los efectos de la difícil recuperación.
Este período de convalecencia no será breve. Los médicos han indicado que, aunque su salud física general ha mejorado, el Papa no podrá realizar compromisos públicos de inmediato.
Su audiencia programada con el rey Carlos III y la reina consorte Camilla, prevista para el 8 de abril, podría verse afectada, aunque aún no se ha confirmado si tendrá lugar.
Un futuro de sorpresas en el papado
El estado de salud del Papa ha generado especulaciones sobre su futuro, especialmente sobre su posible renuncia, un tema que él mismo ha tocado en varias ocasiones, dado su historial de problemas de salud.
En el pasado, Francisco ha indicado que, si su salud llegara a impedirle cumplir con sus deberes, estaría dispuesto a renunciar, aunque estas conversaciones fueron descartadas recientemente por el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano.
En medio de esta incertidumbre, el cardenal Fernández mencionó que el pontífice está abriendo «una nueva etapa» en su papado de 12 años, lo que genera expectación sobre cómo podría continuar guiando a la Iglesia Católica en los próximos meses. Las sorpresas que podría deparar este nuevo ciclo podrían ser cruciales para la dirección del papado y para el futuro de la Iglesia.
Un hombre de fe y resiliencia
El Papa Francisco ha sido un líder resiliente, enfrentando los retos de la enfermedad con una profunda fe y dedicación. A pesar de los problemas respiratorios que lo han afectado durante años, incluidas las secuelas de una pleuresía que sufrió en su juventud y la pérdida parcial de un pulmón, su determinación sigue siendo un ejemplo de fortaleza para millones de católicos y no católicos en todo el mundo.
A medida que Francisco se recupera y regresa al Vaticano, el mundo sigue observando con esperanza, confiando en que su liderazgo continuará siendo una fuente de inspiración y guía para todos aquellos que buscan paz, justicia y compasión en un mundo cada vez más dividido.
Crédito fotográfico: AP