
THE LATIN VOX (8 de septiembre del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, defendió con firmeza la política comercial del presidente Donald Trump, rechazando que los aranceles generalizados aplicados a decenas de países representen un impuesto directo a los consumidores norteamericanos.
En una entrevista con la cadena NBC, Bessent —exgestor de fondos de cobertura y multimillonario— minimizó las preocupaciones expresadas por grandes compañías como John Deere, Nike y Black & Decker, que han advertido pérdidas anuales por miles de millones de dólares debido a los gravámenes.
“Si las cosas estuvieran tan mal, ¿por qué el PIB creció 3,3%? ¿Por qué la bolsa está en máximos históricos?”, cuestionó Bessent, subrayando que la administración Trump “se preocupa tanto por las grandes empresas como por las pequeñas”.
Aranceles controvertidos y batalla legal
Los aranceles, que fijan un 10% básico para casi todos los socios comerciales de Washington, incluyen medidas drásticas como un 50% a Lesoto y un 10% incluso a un conjunto de islas deshabitadas en la Antártida. Estas disposiciones ya han sido declaradas inconstitucionales por un tribunal federal de apelaciones, al considerar que Trump excedió su autoridad presidencial.
La Casa Blanca ha recurrido al Tribunal Supremo, de mayoría conservadora, para revertir el fallo. Bessent admitió que, de perder el caso, el Tesoro tendría que reembolsar aproximadamente la mitad de lo recaudado. “Sería terrible para el Tesoro, pero si la corte lo ordena, habrá que hacerlo”, señaló.
Aun así, se mostró confiado en que el Supremo respaldará al gobierno. “No se trata de dólares, se trata de equilibrio. Los dólares son un asunto secundario”, afirmó.
Impacto en la industria y el empleo
El debate ocurre en medio de cifras preocupantes para el sector manufacturero. Según la Oficina de Estadísticas Laborales, en agosto se perdieron 12.000 empleos industriales, lo que eleva a 42.000 el total desde abril, mes en que se anunciaron los aranceles.
Organizaciones como el Center for American Progress estiman que la política de Trump podría costar a los hogares estadounidenses unos 2.400 dólares adicionales al año, mientras que los salarios de los trabajadores industriales apenas avanzan: en agosto, la remuneración media por hora fue de 35,50 dólares, apenas diez centavos más que en julio.
Bessent, sin embargo, relativizó los datos y pidió paciencia. “No podemos chasquear los dedos y tener fábricas construidas de la noche a la mañana. Para el cuarto trimestre veremos una aceleración sustancial”, aseguró.
Entre la retórica y la realidad
Mientras la administración Trump insiste en que los aranceles fortalecen la posición negociadora de Washington, los críticos señalan que los costos recaen principalmente en las empresas y consumidores del propio país. Con un fallo judicial pendiente y la economía enviando señales contradictorias, la pugna entre la Casa Blanca y sus detractores parece lejos de resolverse.
Crédito fotográfico: Bloomberg