
THE LATIN VOX (2 de septiembre de 2025). Por Daniela Medina.
El líder norcoreano Kim Jong Un ha emprendido un viaje con fuertes resonancias diplomáticas, cruzando la frontera hacia China en su conocido tren blindado verde, en dirección a la gran parada militar en Pekín, que conmemora el 80.º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial.
Acompañado por la seguridad de su entorno, este trayecto de unas 20 horas transitó por kilómetros de alianzas simbólicas y realineamientos estratégicos.
El tren blindado: Un símbolo sobre rieles
Su “fortaleza móvil” no es solo una joya de seguridad; es una construcción política. Equipado con dormitorios, oficinas, comunicación vía satélite, una sala de reuniones con mobiliario opulento, e incluso una limusina Mercedes, es el refugio por excelencia para un líder cauteloso y precarizado en el aire.
Con una velocidad estimada de solo 60 km/h, el viaje desde Pyongyang hasta Pekín destaca por su lentitud calculada, privilegiando la protección, comodidad y confidencialidad. Otros vuelos han sido descartados por el deterioro de su jet privado, el Chammae-1.
Este modo de transporte reproduce una tradición dinástica: su padre y su abuelo también viajaron con frecuencia en tren, reflejando seguridad, contacto y continuidad.
Fotos oficiales muestran a Kim en este entorno lujoso: armchairs rosados, mesas con laptops doradas, teléfonos y cortinas doradas que envuelven el ritual de poder.
Tensión diplomática: De China a Rusia, bajo la lupa global
Esta es la primera aparición multilateral de Kim desde que asumió el poder en 2011, y llega junto a Xi Jinping y Vladimir Putin, en una plataforma que sugiere un fortalecido eje no occidental contra la política estadounidense.
Para algunos analistas, el viaje no solo reafirma la alianza con Rusia, Pyongyang ya envió tropas y recursos a Ucrania, sino que busca restaurar fricciones recientes con Pekín e inscribir a Corea del Norte como socio estratégico en un nuevo orden regional.
Un evento clave: Paradiplomacia del siglo XXI
El desfile militar del 3 de septiembre en Pekín reúne a 26 líderes mundiales. Kim y Putin flanquearán a Xi, simbolizando la convergencia de tres poderes que desafían la hegemonía occidental.
Para Norcorea, esta asistencia es un espaldarazo político-diplomático que fortalece sus reclamos nucleares e inaugura un nuevo capítulo en su política exterior.
Implicaciones estratégicas y antecedentes
| Elemento | Descripción |
|---|---|
| Motivo del viaje | Desfile militar por fin de la WWII, fortalecimiento simbólico de alianzas |
| Modo de transporte | Tren blindado tradicional y seguro |
| Alianzas reforzadas | China y Rusia como contrapesos a EE.UU. |
| Significado político | Primer evento multilateral de Kim; declaración de relevancia internacional |
| Contexto histórico | Tradición de viajes en tren desde su padre y abuelo |
| Condición práctica | Evita riesgos y filtraciones, dada la precariedad de su flota aérea |
Conclusión
El viaje en tren blindado de Kim Jong Un hacia Pekín no es un simple desplazamiento. Es una jugada estratégica de alto valor simbólico: reafirma el eje China-Rusia-Corea del Norte como bloque desafiante, revive rituales protocolares del poder norcoreano y envía un mensaje directo de resistencia al orden global rodeado por Washington.
Su llegada al escenario multilateral puede marcar el inicio de una nueva fase de diplomacia nuclear, de seguridad y alianzas redefinidas.
Fuente: Al Jazeera
Foto: Getty Images