Fuente: Global News / Getty Images
THE LATIN VOX (21 de julio del 2025).- Por Daniela Medina G.
Política y mudanza: una elección marcada por Trump
La comediante y expresentadora Ellen DeGeneres, de 67 años, confirmó públicamente que su mudanza permanente al Reino Unido fue consecuencia directa de la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de noviembre de 2024.
En un evento en Cheltenham, Inglaterra, DeGeneres declaró: “Llegamos el día anterior a las elecciones y despertamos con muchos mensajes de amigos con emojis llorando… y pensamos ‘nos quedamos aquí’” .
Nueva vida en los Cotswolds
Junto a su esposa, Portia de Rossi, Ellen se instaló en una casa de campo en los Cotswolds, región conocida por su encanto rural. Relató: “Es absolutamente hermoso… más limpio, la gente es educada… todo es simplemente mejor”. Además, disfrutó de experiencias como ver nieve por primera vez, tener gallinas y hasta ovejas en su jardín.
Preocupación por derechos civiles en EE.UU.
DeGeneres expresó también su inquietud respecto a los recientes debates sobre el matrimonio igualitario provocados por sectores religiosos conservadores en EE.UU. Sugirió que podría contraer matrimonio nuevamente en el Reino Unido si la legislación estadounidense retrocediera, lo cual la mantendría segura en un entorno más acogedor para las personas LGBTQ+ .
Repensar su imagen y carrera
Durante su intervención, Ellen abordó también las acusaciones de “cultura tóxica” que rodearon el cierre de The Ellen DeGeneres Show en 2022. Reconoció su personalidad “directa y franca” y admitió que, en ocasiones, esa claridad pudo transmitir rudeza, afectando su reputación .
Tendencia de celebridades expatriadas
Ellen no es la única estrella que ha abandonado EE.UU. tras el regreso político de Trump: figuras como Rosie O’Donnell, Courtney Love y Eva Longoria también se han mudado a Europa o Irlanda por temores similares en torno al clima político estadounidense .
La decisión de Ellen DeGeneres subraya una creciente oleada de celebridades que se distancian de EE.UU., buscando refugio en lugares percibidos como más estables y tolerantes. Su asentamiento en el Reino Unido trasciende lo personal y refleja una señal de insatisfacción política, que posiciona a figuras públicas influyentes como actores visibles en la escena de distribución de ciudadanía global.