Elon Musk y su cruzada para eliminar regulaciones … ¿revolución o caos institucional?

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THE LATIN VOX (4 de febrero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.

Elon Musk, el magnate tecnológico detrás de empresas como Tesla y SpaceX, ha intensificado su campaña para reducir el gasto del gobierno de Estados Unidos, proponiendo la eliminación «total» de todas las regulaciones federales.

En una llamada transmitida en X, la plataforma que él posee, Musk instó a la eliminación inmediata de las normativas, sugiriendo que, en caso de que alguna se pierda por error, podría reintroducirse más tarde.

Con este radical enfoque, Musk sigue consolidando su influencia dentro de la administración del gobierno, convirtiéndose en una figura clave en la lucha por reformar lo que él considera un sistema burocrático ineficiente.

En la llamada, Musk estuvo acompañado por Vivek Ramaswamy, el excopresidente del recién creado «Departamento de Eficiencia del Gobierno» (Doge), y por los senadores republicanos Joni Ernst y Mike Lee.

Musk subrayó que la administración de Donald Trump, junto con el control republicano del Congreso, representa una «oportunidad única» para llevar a cabo una reforma estructural profunda en el gobierno de EE. UU., y señaló que si no se aprovecha este momento, «nunca será posible». Para Musk, esta es la «mejor mano de cartas» que el país tendrá.

Sin embargo, su incursión en los pasillos del poder ha causado controversia. El magnate y su equipo, formado por jóvenes reclutas, han obtenido acceso a archivos de empleados y a sistemas de datos financieros extremadamente controlados en el Departamento del Tesoro de EE. UU., lo que les ha permitido analizar y revisar el gasto gubernamental, que asciende a billones de dólares. Esta intervención en las entrañas de la administración ha desatado críticas tanto dentro como fuera de su círculo cercano.

Uno de los puntos más polémicos ha sido su postura contra la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), a la que Musk calificó de «organización criminal» y prometió «alimentarla a la trituradora».

En consecuencia, miles de empleados de la agencia han sido suspendidos sin paga, lo que ha generado preocupación sobre el futuro de la asistencia internacional del gobierno estadounidense. La respuesta del secretario de Estado, Marco Rubio, quien en una visita a Centroamérica afirmó que ahora estaba a cargo de USAID, ha aumentado la especulación sobre una posible fusión de esta agencia con el Departamento de Estado.

El equipo de Musk también ha obtenido acceso a la Oficina de Administración de Personal, lo que les permite revisar los registros laborales del gobierno federal. Además, ha cancelado hasta un 50% de los contratos federales relacionados con espacios de oficina infrautilizados.

En cuanto a la tecnología, el equipo de Doge planea introducir herramientas de inteligencia artificial en los sistemas informáticos del gobierno para evaluar contratos y detectar áreas donde se puedan hacer recortes, lo que, según Musk, contribuiría a una administración más eficiente.

Sin embargo, las críticas no han tardado en llegar. Muchos acusan a Musk de generar un conflicto de intereses, dada la cantidad de contratos gubernamentales que sus empresas tienen con el gobierno de EE. UU. Incluso Donald Trump, en un intento por calmar la creciente inquietud, señaló que Musk «no puede hacer nada sin nuestra aprobación», sugiriendo que la administración tiene control sobre las decisiones de Musk y que las acciones del magnate deben pasar por su visto bueno.

Por su parte, los demócratas han denunciado lo que consideran una «interferencia inconstitucional», acusando a Musk de sobrepasar los límites legales y de haberse apropiado indebidamente de poderes que no le corresponden.

Jaime Raskin, demócrata de alto rango en el Comité Judicial de la Cámara de Representantes, declaró que «no tenemos una cuarta rama del gobierno llamada Elon Musk» y advirtió que esto pronto quedará claro.

El creciente poder de Musk en la estructura gubernamental ha dejado en el aire la pregunta de si sus reformas realmente impulsarán un gobierno más eficiente o si pondrán en riesgo el equilibrio y la estabilidad institucional.

Con manifestaciones programadas por grupos progresistas y un clima de creciente tensión, el futuro de la administración pública de EE. UU. podría verse profundamente alterado si las propuestas de Musk logran consolidarse.

La cruzada de Musk, que se presenta como una lucha por eliminar la burocracia, enfrenta una resistencia feroz de aquellos que temen que esta revolución pueda llevar al caos y la desregulación desenfrenada. ¿Será este el comienzo de un nuevo orden en la política estadounidense, o simplemente el preludio de un conflicto más profundo sobre el control y la gobernanza en el país? Solo el tiempo lo dirá.

Crédito fotográfico: MSNBC News


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