Empleado municipal acusado de vandalizar el Monumento Nacional del Holocausto en Ottawa

To shared

THE LATIN VOX (29 de junio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.

En un incidente que ha conmocionado a la comunidad canadiense, un empleado municipal de Ottawa ha sido acusado de vandalizar el Monumento Nacional del Holocausto, un símbolo de recuerdo y reflexión sobre los horrores de la Segunda Guerra Mundial. El hombre, de 46 años, enfrenta cargos de daños a un monumento de guerra, daños superiores a $5,000 y acoso mediante conductas amenazantes.

El Monumento Nacional del Holocausto, ubicado en Kichi Zibi Mikan, cerca de Lebreton Flats, fue encontrado el pasado 9 de junio cubierto con pintura roja, incluyendo las palabras «feed me» (aliméntame) escritas en letras mayúsculas, una frase que al parecer hace referencia a la situación en Gaza, que la ONU había calificado como «el lugar más hambriento del mundo». Este acto ha provocado una serie de reacciones en todo el mundo, especialmente por su naturaleza provocadora y las implicaciones que conlleva.

Un acto de odio: antisemitismo y conmoción

El embajador de Israel en Canadá, Iddo Moed, calificó el vandalismo como un acto de antisemitismo. «Este tipo de comportamiento es completamente inaceptable. No solo atenta contra un monumento sagrado, sino que también refleja un desprecio profundo hacia la memoria de aquellos que perdieron la vida en el Holocausto», declaró Moed.

Las autoridades locales, tras la denuncia de la policía de Ottawa (OPS, por sus siglas en inglés), comenzaron una rápida investigación que culminó en la identificación y acusación del individuo. Sin embargo, hasta el momento, la policía ha optado por no revelar el nombre del acusado.

En una declaración publicada en redes sociales el sábado, el alcalde de Ottawa, Mark Sutcliffe, expresó su preocupación por el incidente, revelando que el individuo implicado es un empleado en licencia del municipio. Sutcliffe, visiblemente perturbado por la noticia, indicó que los valores de la ciudad no se alinean con las acciones cometidas en el monumento.

«Como comunidad y como empleador, las acciones en el Monumento no representan nuestros valores. He solicitado a los funcionarios municipales que tomen todas las medidas apropiadas a la luz de estos desarrollos», añadió el alcalde.

La respuesta institucional y la condena pública

La noticia ha causado indignación tanto en Ottawa como en la comunidad internacional, especialmente entre aquellos que han luchado por preservar la memoria histórica del Holocausto y que ven este acto de vandalismo como un ataque a la dignidad humana.

Además de las autoridades locales, figuras públicas y organismos internacionales han expresado su condena. El Consejo Nacional Judío de Canadá también se sumó a las críticas, calificando el acto como una «violación de la memoria de las víctimas del Holocausto».

En sus redes sociales, la organización manifestó que este tipo de vandalismo no solo es un ataque a la historia, sino también a los valores fundamentales de tolerancia y respeto que deberían prevalecer en una sociedad democrática.

El contexto de la protesta y su mensaje ambiguo

El mensaje pintado en el monumento, «feed me» (aliméntame), ha generado un debate sobre su interpretación y el contexto detrás de la protesta. Aunque muchos lo vinculan con la crisis humanitaria en Gaza, no está claro si el acto fue dirigido exclusivamente a esa situación o si fue un intento de realizar una protesta más amplia contra la política internacional.

A pesar de las implicaciones políticas de este incidente, las autoridades no han señalado aún una motivación clara para el ataque. En su comunicado, el subjefe de policía, Alfred Brown, expresó que se seguirán todas las líneas de investigación para determinar el alcance de los daños y los motivos subyacentes detrás de este acto.

Implicaciones para la ciudad y su comunidad

Este acto de vandalismo en uno de los monumentos más importantes de Ottawa no solo ha puesto de relieve la vulnerabilidad de los símbolos públicos, sino que también ha generado preguntas sobre cómo las ciudades manejan la seguridad de estos monumentos y los valores que representan.

El Monumento Nacional del Holocausto es un espacio de reflexión y educación, destinado a recordar las atrocidades del régimen nazi y a honrar a las millones de víctimas del Holocausto.

La vandalización de este espacio no solo es un ataque contra la memoria colectiva, sino también un recordatorio de las tensiones crecientes en torno a la política internacional y las relaciones entre comunidades.

La comparecencia en corte

El acusado estuvo programado para comparecer ante el tribunal ayer sábado. Las autoridades aún no han divulgado más detalles sobre su juicio, aunque se espera que el caso atraiga la atención tanto de los medios locales como internacionales debido a la gravedad de las acusaciones.

Este incidente sirve como un recordatorio de que, incluso en lugares con fuertes valores democráticos y de respeto a los derechos humanos como Canadá, los actos de odio y vandalismo siguen siendo una amenaza a la cohesión social.

La sociedad canadiense deberá reflexionar sobre cómo proteger y preservar sus monumentos históricos y qué medidas se deben tomar para evitar que situaciones como esta se repitan en el futuro.

Crédito fotográfico: Sean Kilpatrick/The Canadian Press


To shared