A pesar de que el gobierno de Canadá y las autoridades están al tanto de varios casos en los que empresas e individuos han proporcionado ilegalmente microelectrónica a Rusia desde el inicio de la invasión de Ucrania, las acciones para aplicar las leyes nacionales han sido limitadas.
Rusia ha logrado obtener al menos mil millones de dólares en tecnologías sancionadas, esenciales para su maquinaria bélica, a través de un esquema internacional que involucra empresas pantalla y redes complejas de envío. Este acceso es fundamental para Rusia, ya que la industria local no puede producir ciertos componentes electrónicos lo suficientemente rápido para satisfacer las necesidades de su ejército.
«Debido a las sanciones impuestas por Occidente, Rusia está encontrando métodos alternativos para adquirir tecnología y componentes necesarios para su invasión,» comentó un experto en geopolítica y tecnología. «El Kremlin sigue usando redes externas y cadenas de suministro internacionales para sortear las restricciones.»
La demanda de tecnología es crucial para el desarrollo de misiles, drones y otros sistemas militares. A pesar de las más de 16,000 sanciones que enfrenta Rusia, incluyendo prohibiciones sobre el envío de microelectrónica, su economía aún no ha colapsado por completo, y sigue encontrando formas de eludir estas medidas.
Aunque Estados Unidos, Canadá y otros países de la OTAN han implementado sanciones para limitar la exportación de componentes electrónicos a Rusia, los esfuerzos del gobierno canadiense han sido mínimos en términos de perseguir a quienes violan estas restricciones. A pesar de la evidencia que vincula a empresas y personas en Canadá con la exportación ilegal de tecnologías sancionadas, hasta el momento no se han presentado cargos formales.
Recientemente, se descubrió que algunas empresas canadienses estaban implicadas en el suministro de piezas electrónicas a Rusia. En junio, se reveló que una dirección en Toronto estaba conectada con el envío ilegal de más de 80 millones de dólares en microelectrónica. Además, investigaciones previas mostraron que hackers habían identificado a proveedores de componentes electrónicos para drones rusos en el campo de batalla.
La comunidad internacional, incluidos expertos y analistas, ha destacado la necesidad de mejorar la coordinación entre los países aliados de Ucrania para garantizar que las listas de entidades sancionadas estén sincronizadas y que las empresas pantalla rusas no puedan operar utilizando un país para evitar las restricciones de otro.
En contraste con la inacción canadiense, Estados Unidos ha actuado agresivamente en estos casos, obteniendo declaraciones de culpabilidad de varios ciudadanos canadienses y rusos involucrados en el suministro directo de tecnología militar a Rusia, incluyendo componentes clave para los drones más utilizados por el ejército ruso en Ucrania.