
THE LATIN VOX (12 de octubre del 2025).- Por Daniela Medina.
En uno de los choques más dramáticos en la línea divisoria entre Afganistán y Pakistán en los últimos años, el gobierno afgano controlado por los talibanes afirmó que sus fuerzas mataron a 58 soldados paquistaníes, capturaron 25 puestos militares fronterizos y causaron decenas de heridos en operaciones nocturnas en represalia por lo que describieron como violaciones reiteradas de su territorio.
Pakistán, por su parte, reconoció pérdidas en sus tropas pero situó el número en 23 soldados muertos y denunció haber destruido varios puestos afganos, afirmando haber eliminado más de 200 combatientes talibanes.
Los cruces fronterizos más relevantes Torkham y Chaman fueron cerrados inmediatamente por Pakistán, así como otros pasos secundarios, ante la escalada de violencia.
Este conflicto intensifica la tensión regional, hace peligrar la estabilidad fronteriza y reabre viejas disputas sobre soberanía, terrorismo y responsabilidad mutua por grupos armados que operan cerca de la línea Durand.
Contexto del conflicto: denuncias, represalias y acusaciones cruzadas
Antecedentes del enfrentamiento
- La escalada se desencadenó después de que Pakistán llevara a cabo ataques aéreos en Kabul y en regiones orientales de Afganistán, según acusaciones del gobierno afgano, lo que fungió como detonante para las represalias fronterizas.
- El Talibán afgano sostiene que esas incursiones violaron su espacio aéreo y vulneraron su integridad territorial, por lo que sus fuerzas respondieron con misiones nocturnas contra objetivos paquistaníes en la frontera.
- Pakistán alega que Afganistán alberga a militantes del Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP) y otros grupos que operan desde territorio afgano para llevar a cabo ataques en suelo paquistaní. Kabul lo rechaza y afirma que no permite el refugio de tales organizaciones con fines ofensivos.
Números enfrentados y versiones distintas
- El gobierno afgano afirma haber capturado 25 puestos militares y haber infligido fuertes pérdidas al ejército paquistaní.
- Pakistán niega esa magnitud de asalto, indicando que sí perdió 23 soldados, pero asegurar haber destruido puestos afganos y eliminado a más de 200 combatientes talibanes.
- Ambos lados reclaman la victoria y cada uno acusa al otro de inflar las cifras del adversario.
Clausura de pasos fronterizos y consecuencias inmediatas
- Como respuesta al conflicto, Pakistán cerró los principales pasos fronterizos con Afganistán, incluidos Torkham y Chaman, además de otros cruces menores.
- La medida complica el comercio bilateral, el tránsito de personas y ejerce presión sobre las comunidades fronterizas que dependen del intercambio comercial diario.
- En algunas zonas, el fuego intermitente persistió aún después del pico del enfrentamiento, en regiones como Kurram.
Implicaciones estratégicas y riesgos regionales
Escalada militar transfronteriza
Este tipo de enfrentamientos podrían degenerar en operaciones más grandes, con apoyo aéreo intensificado, uso de artillería pesada y ataques selectivos en profundidad. Las tensiones ya han alertado a países vecinos y mediadores diplomáticos.
Riesgo para la estabilidad regional
Pakistán y Afganistán comparten una frontera de unos 2.600 km, conocida como la línea Durand, que ha sido fuente de disputas históricas y operaciones encubiertas. Este conflicto podría inflamarse si actores externos se suman a las acusaciones o apoyan militarmente a alguna parte.
Impacto en lucha contra el terrorismo
El reclamo de Pakistán de que Afganistán permite la operación de militantes podría aumentar la presión sobre el gobierno talibán para tomar acciones más agresivas contra grupos como el TTP. Pero hacerlo podría tensar aún más su legitimidad interna.
Papel diplomático y mediación internacional
Países como Qatar y Arabia Saudita han solicitado moderación y diálogo. En ciertos comunicados, se indicó que las acciones fueron suspendidas tras pedidos diplomáticos.
Escenarios posibles a corto y mediano plazo
- Cese del fuego temporal con mediación externa
Diplomáticos de varios países podrían intervenir para que ambas naciones acepten una pausa y negocien condiciones de paz o reducciones de hosts. - Escalada gradual con ataques selectivos
Si no se controla el conflicto, podríamos ver bombardeos cruzados, infiltraciones o ataques nocturnos continuados sobre puestos vulnerables. - Involucramiento indirecto de terceros estados
Potencias regionales o grupos aliados podrían apoyar con logística, inteligencia o presión diplomática, complicando aún más el conflicto bilateral. - Reapertura de pasos fronterizos con condiciones estrictas
Si la situación se calma, Pakistán podría reabrir los pasos comerciales bajo supervisión conjunta o con acuerdos de seguridad fronteriza nuevos.
Este choque en la frontera representa una de las más severas crisis entre Pakistán y Afganistán desde el retorno del Talibán al poder en Kabul. Las acusaciones mutuas, las pérdidas humanas y las implicaciones geopolíticas dibujan un escenario peligroso para la estabilidad en esa región frágil.
Fuente: /www.cbc.ca/
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