El pasado sábado 27 de noviembre se celebró en Vancouver el primer concurso de cocina con insectos de la Columbia Británica (BC), organizado por la empresa Enterra, que produce harina y aceite de larvas de mosca soldado negro. El evento, llamado BC Bug Bake Off, contó con la participación de seis chefs locales, que elaboraron platos creativos y deliciosos con ingredientes como gusanos de la harina, grillos, saltamontes y escorpiones.
El objetivo del concurso era promover el consumo de insectos como una fuente de proteína alternativa, sostenible y nutritiva, que puede ayudar a reducir el impacto ambiental de la producción de carne y a combatir la inseguridad alimentaria. Según Enterra, los insectos tienen un alto contenido de proteína, fibra, hierro, calcio y vitaminas, y requieren menos recursos naturales y emiten menos gases de efecto invernadero que los animales tradicionales.
El ganador del concurso fue el chef Ian Lai, que preparó un pastel de carne con harina de larva y una salsa de arándanos y vino tinto. Lai dijo que le gustó el desafío de cocinar con insectos y que quedó sorprendido por el sabor y la textura de la harina de larva, que describió como “dulce y mantecosa”. Lai recibió un premio de 500 dólares y una donación de 500 dólares a una organización benéfica de su elección.
Los otros platos que se presentaron al concurso fueron: una ensalada de col rizada con grillos tostados y aderezo de tahini, un pastel de queso con gusanos de la harina y salsa de chocolate, una pizza con queso de cabra, higos y saltamontes, un pastel de zanahoria con harina de larva y glaseado de queso crema, y un brownie con harina de grillo y escorpiones confitados.
El concurso de cocina con insectos de BC fue una iniciativa pionera en Canadá, donde el consumo de insectos aún no es muy popular ni aceptado culturalmente. Sin embargo, según Enterra, el mercado de los insectos comestibles está creciendo a nivel mundial y se espera que alcance los 8 mil millones de dólares para 2030. La empresa espera que el concurso ayude a cambiar la percepción de los consumidores y a demostrar que los insectos pueden ser una opción gastronómica deliciosa, saludable y ecológica.