En un artículo reciente publicado en el National Post, Jesse Kline argumenta que una guerra total con Irán podría ser necesaria para abordar las crecientes tensiones y amenazas en la región. Kline critica la postura de la ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Mélanie Joly, quien ha abogado por la diplomacia y la contención en lugar de la confrontación militar.
Kline sostiene que las políticas de apaciguamiento y las sanciones económicas no han logrado frenar las actividades desestabilizadoras de Irán, incluyendo su apoyo a grupos terroristas y su programa nuclear. Según Kline, la historia ha demostrado que las dictaduras agresivas solo responden a la fuerza, y que una intervención militar podría ser la única manera de garantizar la seguridad y estabilidad en el Medio Oriente.
El autor también señala que una guerra total con Irán no sería una empresa fácil ni sin riesgos. Sin embargo, argumenta que los beneficios a largo plazo de eliminar una amenaza significativa para la paz mundial podrían justificar los costos y sacrificios involucrados. Kline concluye que, aunque la guerra es una perspectiva aterradora, podría ser la única opción viable para enfrentar el desafío iraní de manera efectiva.