El iPhone 12, el último modelo de smartphone de Apple, ha generado una polémica por su supuesto nivel de radiación, que superaría los límites establecidos por algunos países como Francia. Sin embargo, ¿qué hay de cierto en esta afirmación? ¿Es realmente peligroso el iPhone 12 para la salud de los usuarios? Esto es lo que dicen los expertos al respecto.
La radiación a la que se refiere la controversia es la que emiten las ondas de radiofrecuencia (RF), que son las que permiten la comunicación inalámbrica entre los dispositivos móviles y las redes celulares, wifi o bluetooth. Estas ondas son parte del espectro electromagnético, al igual que la luz visible o los rayos X, pero se diferencian en su frecuencia y su energía.
Las ondas de RF tienen una frecuencia más baja y una energía más débil que las ondas de luz o los rayos X, lo que significa que no son capaces de ionizar los átomos o las moléculas, es decir, de alterar su estructura química. Por eso, se consideran como no ionizantes y, en principio, menos dañinas para el organismo.
Sin embargo, las ondas de RF sí pueden generar calor al ser absorbidas por los tejidos del cuerpo humano, lo que podría provocar efectos adversos como quemaduras o daños en el ADN. Por eso, existen organismos internacionales que establecen unos límites máximos de exposición a estas ondas, basados en la tasa de absorción específica (SAR), que mide la cantidad de energía de RF que absorbe el cuerpo por unidad de masa.
Uno de estos organismos es la Comisión Internacional para la Protección contra las Radiaciones No Ionizantes (ICNIRP), que recomienda que la SAR no supere los 2 vatios por kilogramo (W/kg) para el cuerpo entero y los 10 W/kg para las extremidades. Estos límites son los que siguen la mayoría de los países del mundo, incluido Canadá.
Sin embargo, otros países como Francia tienen unos límites más estrictos, basados en la recomendación del Consejo de Europa, que establece una SAR máxima de 2 W/kg para el cuerpo entero y de 4 W/kg para las extremidades. Estos límites son los que ha incumplido el iPhone 12, según un estudio realizado por la Agencia Nacional de Frecuencias (ANFR) francesa.
El estudio analizó 141 modelos de teléfonos móviles y encontró que el iPhone 12 tenía una SAR de 5,74 W/kg para las extremidades cuando se mide a una distancia de contacto (0 mm), lo que supera el límite francés de 4 W/kg. Sin embargo, cuando se mide a una distancia de separación (5 mm), la SAR se reduce a 1,76 W/kg, lo que cumple con el límite francés de 2 W/kg.
Como consecuencia, la ANFR solicitó a Apple que retirara el iPhone 12 del mercado francés o que modificara sus valores de radiación para cumplir con la normativa. Apple respondió que el iPhone 12 cumple con todas las certificaciones internacionales y que no representa ningún riesgo para la salud de los usuarios.
¿Qué opinan los expertos sobre esta polémica? La mayoría coincide en que no hay evidencia científica suficiente para afirmar que el iPhone 12 sea peligroso por su nivel de radiación. Según el profesor Rodney Croft, director del Centro Australiano para la Investigación Electromagnética y la Salud (ACEBR), los límites establecidos por la ICNIRP son muy conservadores y tienen un amplio margen de seguridad.
Además, el profesor Croft señala que los estudios realizados hasta ahora no han encontrado una relación causal entre la exposición a las ondas de RF y el desarrollo de cáncer u otras enfermedades. Por tanto, considera que no hay motivo para alarmarse por el uso del iPhone 12 o cualquier otro dispositivo móvil.
En la misma línea se expresa el doctor Kenneth Foster, profesor emérito de bioingeniería de la Universidad de Pensilvania, quien afirma que los límites de SAR son solo una medida de precaución y que no reflejan el nivel real de exposición a las ondas de RF. Según el doctor Foster, la exposición depende de muchos factores, como la distancia al teléfono, el tipo de red, el número de llamadas o el uso de manos libres.
Por lo tanto, el doctor Foster recomienda no obsesionarse con los valores de SAR y seguir las recomendaciones habituales para reducir la exposición a las ondas de RF, como alejar el teléfono del cuerpo, usar auriculares o altavoces, evitar las zonas con poca cobertura o apagar el teléfono cuando no se usa.
El iPhone 12 no parece ser más peligroso que otros modelos de smartphone por su nivel de radiación, siempre y cuando se use con moderación y precaución. Los límites establecidos por los organismos internacionales son muy estrictos y tienen en cuenta los posibles efectos térmicos de las ondas de RF, pero no hay evidencia de que estas ondas causen daños a largo plazo en el organismo. Por eso, los usuarios pueden estar tranquilos y disfrutar de las ventajas del iPhone 12, como su compatibilidad con la red 5G, su diseño elegante o su cámara de alta calidad.