
Un escándalo sin precedentes sacude a Alberta tras la destitución de Athana Mentzelopoulos, ex directora ejecutiva de Alberta Health Services (AHS). Su despido, ocurrido el 8 de enero, ha generado graves acusaciones de corrupción relacionadas con contratos de adquisición de insumos médicos y acuerdos privilegiados con proveedores privados de cirugías.
Según informaciones divulgadas en una extensa carta de 44 páginas obtenida por The Globe and Mail, la salida de Mentzelopoulos se produjo apenas dos días antes de que se reuniera con el auditor general de la provincia para discutir una investigación interna sobre contratos de adquisición de insumos de salud.
El documento también alega que Marshall Smith, exjefe de gabinete de la primera ministra de Alberta, Danielle Smith, interfiró en las negociaciones contractuales de AHS. No obstante, la oficina de la primera ministra ha declinado hacer comentarios al respecto.
Mientras la primera ministra ha evitado abordar directamente el escándalo, su secretaria de prensa, Sam Blackett, derivó a los medios a un comunicado de la ministra de Salud, Adriana LaGrange. Según LaGrange, la destitución de Mentzelopoulos fue parte de la reestructuración prevista de AHS dentro de la nueva agencia Acute Care Alberta, que entrará en funcionamiento el 1 de febrero. Además, aseguró que la interpretación de que la remoción estuvo relacionada con la revisión de contratos es «falsa».
Por su parte, el auditor general Doug Wylie ha confirmado que su equipo investigará aspectos claves, incluyendo instalaciones quirúrgicas privadas, medicamentos y equipos de protección para COVID-19.
AHS ha confirmado que ha suspendido temporalmente la adjudicación de contratos relacionados con la investigación. Uno de los puntos clave es la relación de AHS con MHCare Medical Corporation, empresa responsable de un contrato de $75 millones para importar medicamentos genéricos para niños desde Turquía en 2022. Solo el 30% del pedido fue recibido, y el resto nunca llegó a Alberta.
Además, la carta de Mentzelopoulos indica que enfrentó presiones para firmar nuevos contratos para centros quirúrgicos privados y extender acuerdos con el Alberta Surgical Group (ASG), a pesar de preocupaciones sobre sus costos reales y su estructura de propiedad.
Tanto MHCare Medical como ASG han negado las acusaciones. Un abogado de MHCare Medical calificó las denuncias de «infundadas y carentes de mérito». Por su parte, ASG manifestó su «profunda consternación» y aseguró que siempre ha mantenido altos estándares de transparencia y profesionalismo.
El opositor Partido NDP de Alberta ha exigido la renuncia de la primera ministra Smith y la ministra de Salud LaGrange. La diputada Sarah Hoffman denunció que «los ciudadanos de Alberta merecen la verdad» y acusó al gobierno de crear «caos en el sistema de salud».
Heather Smith, presidenta de la United Nurses of Alberta, también expresó preocupación y pidió una investigación independiente. «Este escándalo es de una gravedad sin precedentes», declaró, destacando la importancia de conocer los costos reales de las iniciativas quirúrgicas privadas promovidas por el gobierno.
El escándalo ha sido calificado por el politólogo Keith Brownsey como «el más grave que ha enfrentado un gobierno en Alberta». Según él, las acusaciones podrían marcar el fin de la carrera política de la primera ministra Smith si no se toman medidas claras para garantizar la transparencia.
Mientras las investigaciones avanzan, la incertidumbre persiste sobre el futuro del sistema de salud en Alberta y las repercusiones políticas que podría acarrear este escándalo.