Ontario: Escándalo en Thunder Bay … policía desmantela red de distribución de imágenes íntimas hackeadas

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Foto: Michelle Allan

La Policía de Thunder Bay (TBPS) ha revelado nuevos detalles sobre una red de distribución ilegal de imágenes íntimas obtenidas mediante hackeo. Se estima que al menos 117 mujeres y niños de Canadá, Estados Unidos y otros países han sido víctimas de este crimen, con un número potencialmente mayor aún por identificar.

Según informó TBPS en una rueda de prensa el jueves, la mayoría de las imágenes fueron obtenidas de manera ilegal mediante hackeo y compartidas en un foro en línea junto con los nombres de las víctimas. Sin embargo, las autoridades han decidido no divulgar el nombre del sitio donde se llevaba a cabo esta actividad ilícita.

«Muchas de las víctimas ni siquiera eran conscientes de que sus imágenes estaban siendo compartidas y distribuidas sin su consentimiento. La conmoción fue la reacción predominante», declaró el inspector interino de detectives Robert Gombola.

La investigación, que ha generado gran atención mediática, ha resultado en la presentación de 172 cargos. El miércoles, TBPS anunció la detención de 12 hombres canadienses, con edades entre 28 y 38 años, quienes han sido acusados de distribuir imágenes íntimas sin consentimiento. De ellos, siete también enfrentan cargos relacionados con pornografía infantil.

El detective Joel Manherz informó que las víctimas identificadas van desde niños de tan solo 12 años hasta adultos. «Estamos hablando de menores de edad que han sido explotados de manera vil, lo que hace que este caso sea aún más alarmante», agregó.

La pesquisa comenzó en septiembre de 2023, cuando una de las presuntas víctimas denunció la existencia de este grupo en línea. A partir de esta denuncia, las autoridades iniciaron un rastreo digital que reveló la magnitud del problema.

Durante la revisión de dispositivos electrónicos, se descubrieron pruebas que llevaron a la formulación de nuevos cargos, incluyendo delitos de extorsión y abuso de menores.

«A medida que analizamos los chats, nos dimos cuenta de que había algo más allá de la simple difusión de imágenes», explicó Manherz. Un acusado enfrenta cargos por intento de captación de menores con fines sexuales.

Los hackers responsables de estas filtraciones podrían haber explotado vulnerabilidades en las plataformas digitales de las víctimas para acceder a sus cuentas personales, aunque la policía no ha revelado detalles específicos sobre el método utilizado.

«Ha habido muchas especulaciones en redes sociales sobre la posible implicación de tiendas de reparación de celulares en esta investigación, pero hasta el momento no hay evidencia que respalde esa teoría», aclaró Gombola.

Uno de los aspectos más preocupantes del caso es que muchas víctimas aún no han sido identificadas. En algunos casos, las imágenes fueron compartidas con el nombre completo de la persona afectada, mientras que en otros sólo se usaron apodos o fragmentos de nombres.

«Esperamos que, a través de este comunicado y la identificación de los 12 acusados, más víctimas puedan dar un paso al frente y denunciar», agregó Gombola.

Las autoridades han instado a cualquier persona que sospeche que sus imágenes puedan haber sido compartidas sin su consentimiento a comunicarse con TBPS para presentar una denuncia.

El caso de Thunder Bay se suma a una preocupante tendencia de delitos digitales relacionados con la difusión de imágenes privadas. A nivel mundial, los casos de sextorsion y exposición no consentida de imágenes íntimas han aumentado significativamente en los últimos años.

Las autoridades han subrayado que la responsabilidad de estos delitos recae completamente en los perpetradores y no en las víctimas. «El problema no es que las personas tomen fotos privadas, sino que hay criminales que deciden robarlas y difundirlas sin consentimiento», concluyó Manherz.

Mientras la investigación continúa y se espera que haya más arrestos, la comunidad internacional sigue de cerca el desenlace de este escándalo que ha sacudido a Thunder Bay y puesto en evidencia los riesgos de la privacidad en la era digital.


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