THE LATIN VOX (23 de octubre del 2025).- Por Daniela Medina.
Las farmacias de la provincia canadiense de Prince Edward Island (PEI) están atravesando una crisis de personal sin precedentes, advirtieron sus responsables a través de la emisora CTV News. La falta de farmacéuticos está provocando cierres temporales, reducción de horarios y un riesgo creciente para el acceso a medicamentos y atención básica en la isla, lo que a su vez está generando preocupación tanto entre la comunidad médica como entre los usuarios del sistema de salud.
Principales señales de alarma
- Varios establecimientos farmacéuticos han anunciado que deberán cerrar sus puertas algunos días de la semana o funcionar con personal reducido.
- Otros han implementado horarios más cortos de apertura al público ante la imposibilidad de contratar suficiente personal.
- En entrevistas locales, farmacéuticos señalan que la situación se ha vuelto insostenible: “Estamos trabajando al límite, cubriendo turnos, cancelando cosas; no podemos garantizar el servicio como antes”, comentó uno de ellos.
- La asociación provincial de farmacéuticos ha emitido un comunicado instando al gobierno de PEI a actuar “de inmediato” y a reconocer que no es un problema aislado sino estructural.
¿Qué está provocando la escasez?
Los factores que confluyen para generar esta crisis en PEI son múltiples:
- Déficit de profesionales móviles: La isla registra dificultades para atraer y retener farmacéuticos, en parte por competir con incentivos de las provincias más grandes o por la sensación de menor desarrollo profesional en entornos insulares.
- Carga laboral creciente: A medida que la población envejece y la demanda de servicios farmacéuticos incluyendo vacunaciones, seguimiento de tratamientos, atención a enfermedades crónicas aumenta, los farmaceutas se enfrentan a una carga de trabajo mayor sin un incremento proporcional en el personal.
- Costos y barreras de formación y traslado: Algunos profesionales declinan mudarse o continuar en PEI por cuestiones de vivienda, salarios y oportunidades comparadas con otros mercados.
- Presión post-pandemia: Las cadenas de suministro, la reorganización de servicios sanitarios y la saturación de tareas básicas han dejado a muchas farmacias con menos margen para adaptarse a la rotación de personal.
Impactos concretos en la atención sanitaria de la isla
La escasez de farmacéuticos puede tener consecuencias graves para la salud pública y el sistema sanitario de PEI:
- Desabastecimiento de servicios: Con menos horas de farmacia abiertas o cierres periódicos, algunos ciudadanos podrían ver limitada su capacidad para acceder a medicamentos, servicios de consulta o vacunación.
- Retrasos en el tratamiento: Para pacientes con enfermedades crónicas o que requieren atención regular, una farmacia con servicio limitado puede significar interrupciones en cuidados esenciales.
- Mayor presión sobre otros servicios de salud: Si las farmacias no pueden cubrir ciertas funciones, podría incrementarse la carga sobre médicos generales o hospitales, con el consiguiente aumento de costos y tiempos de espera.
- Riesgo de inequidad regional: En una provincia pequeña como PEI, donde las comunidades rurales o de difícil acceso ya parten con desventajas, una farmacia cerrada o con horario reducido agrava la brecha sanitaria frente a zonas urbanas.
Respuestas institucionales y propuestas en análisis
La gravedad del escenario ha movilizado a instituciones y autoridades locales:
- El gobierno provincial de PEI ha convocado a reuniones con la asociación de farmacéuticos y otros actores del sistema de salud para definir medidas de contingencia.
- Entre las propuestas en estudio están incentivos para atraer farmacéuticos (bonos de instalación, facilidades de vivienda, salario competitivo), programas de formación específica para la región, y convenios de servicio compartido entre farmacias.
- También se analiza la posibilidad de extender los roles del personal farmacéutico auxiliar para liberar al farmacéutico licenciado de tareas más rutinarias y permitirle concentrarse en atención clínica avanzada.
- La asociación provincial ha urgido a actuar “rápido”: según sus cálculos, si no se frena la pérdida de personal, podrían perderse varias farmacias en el próximo año, lo que generaría un colapso local del acceso.
Comparativo nacional e internacional: ¿un fenómeno aislado?
Aunque la crisis afecta directamente a PEI, la situación del personal farmacéutico y de la cadena de atención en farmacias no es exclusiva de esa provincia:
- Otras regiones canadienses han reportado también problemas para cubrir vacantes en farmacias, especialmente en zonas rurales o remotas.
- A nivel internacional, se observa que la profesión farmacéutica ha enfrentado desafíos similares: envejecimiento del personal, aumento de tareas clínicas (más allá de dispensar medicamentos), y mayores expectativas de servicio por parte de los pacientes.
- En el contexto más amplio de la salud pública, la farmacia comunitaria ha pasado de un rol de dispensación tradicional al de proveedor de atención primaria (por ejemplo, vacunación, monitoreo de tratamientos), lo que incrementa la complejidad de la profesión y el requerimiento de recursos humanos.
Escenarios posibles a futuro para PEI
- Recuperación con éxito: Si se implementan los incentivos adecuados, se retiene o atrae personal suficiente, y se consolida un modelo de farmacia sostenible regional, la provincia podría estabilizar el servicio, incluso posicionarse como ejemplo de farmacia comunitaria avanzada.
- Estabilización parcial pero persistencia de problemas: Podrían reducirse los cierres, pero continuarían turnos reducidos, sobrecarga laboral y limitaciones en servicios clínicos, lo que mantendría la fragilidad del sistema.
- Deterioro mayor del acceso a la farmacia: Si no se actúa con rapidez, algunas farmacias podrían cerrar permanentemente, aumentando las distancias de acceso, los tiempos de espera, y elevando el costo global del cuidado sanitario en PEI.
La advertencia lanzada por los farmacéuticos de Prince Edward Island es más que un grito de alarma: es un llamado urgente ante un riesgo real de colapso del servicio de farmacia comunitaria en la región. El acceso a medicamentos, asesoramiento clínico, atención avanzada y cuidado preventivo no puede depender de circunstancias que relegan a la profesión farmacéutica a un segundo plano.
En un sistema de salud como el canadiense, donde la atención primaria se complementa con servicios como los de farmacia, cualquier fallo en uno de sus eslabones repercute en la comunidad entera. PEI enfrenta hoy esta realidad: reinventar sus servicios de farmacia o afrontar un futuro en el que el acceso a tratamientos y la continuidad del cuidado podrían quedar comprometidos.
La provincia y sus autoridades lo saben: el tiempo es un lujo que no pueden permitirse.
Fuente: www.ctvnews.ca
Foto: www.ctvnews.ca