THE LATIN VOX (31 de octubre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
Al menos 95 personas han perdido la vida en España tras las torrenciales lluvias que desataron las inundaciones más mortales en el país en los últimos 30 años. Las intensas precipitaciones provocaron torrentes de agua lodosa que arrasaron ciudades, pueblos y aldeas, atrapando a los residentes en sus hogares, derribando árboles y cortando carreteras y líneas ferroviarias.
La búsqueda de decenas de desaparecidos continúa, mientras que las autoridades instan a los automovilistas a mantenerse alejados de las carreteras y de los ríos desbordados. El primer ministro ha advertido que las condiciones climáticas extremas podrían persistir, lo que sugiere que el número de víctimas podría seguir en aumento.
Hasta la tarde del miércoles, el centro de coordinación de emergencias del gobierno valenciano reportó 92 muertes en la región, mientras que la delegación del gobierno central en Castilla-La Mancha informó de dos muertes, incluida la de una mujer de 88 años en la ciudad de Cuenca. Otra víctima fue reportada en la provincia de Málaga, Andalucía. Las autoridades valencianas han instado a la población a evitar las carreteras inundadas o cortadas, subrayando la necesidad de que los servicios de emergencia tengan acceso y advirtiendo sobre la posibilidad de que se acumulen más aguas de inundación.
Más de 1,000 soldados de las unidades de respuesta a emergencias de España han sido desplegados en las áreas devastadas. Además, el gobierno central envió a nueve expertos forenses a Valencia para ayudar en la identificación de los cuerpos.
Imágenes en la televisión española mostraron aguas turbulentas y lodosas fluyendo a través de la localidad de Letur, en la provincia de Albacete, arrastrando automóviles por sus calles. «Ayer fue el peor día de mi vida», declaró Ricardo Gabaldón, alcalde de Utiel, un pueblo en Valencia. “Estábamos atrapados como ratas. Los coches y los contenedores de basura flotaban por las calles. El agua subió hasta 3 metros”, añadió.
Un par de ancianos fueron rescatados de la planta superior de su casa por una unidad militar que utilizó una retroexcavadora, acompañados por tres soldados en la gran pala del vehículo. Los informes televisivos mostraron videos de ciudadanos filmando cómo las aguas inundaban los bajos de los edificios, ríos desbordando sus orillas y al menos un puente colapsando.
Un tren de alta velocidad con casi 300 pasajeros a bordo descarriló cerca de Málaga, aunque las autoridades ferroviarias informaron que no hubo heridos. El servicio de tren de alta velocidad entre la ciudad de Valencia y Madrid fue interrumpido, al igual que varias líneas de trenes de cercanías.
La devastación que han dejado las inundaciones resalta la urgencia de una respuesta efectiva y la necesidad de reflexionar sobre el impacto del cambio climático en la frecuencia e intensidad de tales fenómenos. La tragedia ha unido a la nación en un momento de crisis, mientras se intensifican los esfuerzos de rescate y se brindan apoyo a las comunidades afectadas.
Crédito fotográfico: AP