España: Récord histórico de migrantes en las Islas Canarias

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THE LATIN VOX (3 de enero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz

En 2024, las Islas Canarias han experimentado un aumento sin precedentes en la llegada de migrantes irregulares por mar, alcanzando un récord histórico de 46,843 personas que llegaron a través de la peligrosa ruta del Atlántico. Este incremento, que marca el segundo año consecutivo con cifras récord, refleja una crisis migratoria que sigue azotando a España y, por extensión, a Europa.

Según datos oficiales del Ministerio del Interior, en 2023 se registraron 39,910 llegadas por mar, cifra que ya había superado el récord anterior de 2006. Sin embargo, los números de 2024 han superado esa marca por un amplio margen, colocando a las Islas Canarias en el epicentro de la crisis migratoria en el continente europeo.

El aumento de los flujos migratorios en la ruta Atlántica

Mientras que los controles más estrictos en el Mediterráneo han logrado reducir las llegadas irregulares a otras rutas del continente, la ruta del Atlántico hacia las Islas Canarias sigue siendo una de las más activas y mortales. La Agencia de Frontex, encargada de gestionar las fronteras exteriores de la UE, ha informado que, entre enero y noviembre de 2024, los cruces irregulares hacia el bloque europeo cayeron un 40% en general, pero aumentaron en un 19% en esta peligrosa ruta atlántica.

En su mayoría, los migrantes que arriban a las Islas Canarias provienen de países como Mali, Senegal y Marruecos, que lideran las nacionalidades entre los recién llegados. A pesar de los esfuerzos por disuadir a los migrantes, los flujos continúan creciendo, impulsados por la grave situación socioeconómica, los conflictos y las persecuciones en las regiones de origen.

El aumento mortal de las desapariciones

A pesar de los esfuerzos por salvar vidas en el mar, las tragedias siguen multiplicándose. Según el informe de la ONG Caminando Fronteras, al menos 10,457 migrantes han muerto o desaparecido mientras intentaban llegar a España por mar entre el 1 de enero y el 5 de diciembre de 2024. Esta cifra representa un aumento del 50% respecto al año anterior y es la más alta desde que la organización comenzó a contabilizar las muertes en 2007.

La utilización de embarcaciones precarias, las aguas peligrosas y la falta de recursos para los equipos de rescate son factores clave que contribuyen a este aumento de muertes. Las autoridades españolas han intensificado las operaciones de rescate, pero la magnitud del desafío sigue siendo abrumadora.

La presión sobre el sistema de asilo y las comunidades locales

Mientras tanto, las islas se enfrentan a una creciente presión tanto en términos de recursos como de capacidades de acogida. Las autoridades locales, en colaboración con organizaciones no gubernamentales, intentan ofrecer apoyo a los migrantes, muchos de los cuales terminan en condiciones de extrema vulnerabilidad, alojados en centros de detención temporales o en campamentos improvisados.

En este contexto, ha aumentado el malestar social en algunas de las comunidades locales, que han expresado preocupaciones sobre la saturación de los servicios públicos y la integración de los migrantes. Las protestas han crecido, con ciudadanos locales que piden soluciones más eficaces para gestionar la situación.

El futuro de la migración hacia las Islas Canarias

Este nuevo récord en llegadas migratorias pone en evidencia la necesidad urgente de una respuesta integral a nivel europeo. Aunque España ha intensificado sus esfuerzos, incluidos los controles en el mar y la cooperación con otros países del norte de África, los migrantes continúan viéndolo como un destino al que arriesgar sus vidas por la promesa de una oportunidad mejor.

La situación actual también pone en relieve las deficiencias del sistema europeo de asilo, que no ha logrado proporcionar una respuesta efectiva y armonizada ante los flujos migratorios. Los esfuerzos para frenar la migración irregular no han sido suficientes, y muchos argumentan que la única solución viable es un enfoque más humano y estructural que combine medidas de control con un compromiso real con el desarrollo en las regiones de origen y una mejor integración de los migrantes en los países de destino.

Las Islas Canarias se encuentran en una encrucijada: una ruta peligrosa que conecta continentes y que, para miles de migrantes, representa la última esperanza en su búsqueda de un futuro mejor. A medida que los números siguen aumentando, el desafío se intensifica y las soluciones deben ser más ambiciosas y coordinadas si se quiere evitar que esta tragedia humana continúe creciendo.

Crédito fotográfico: Antonio SEMPERE / AFP


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