Estados Unidos advierte recortes de hasta el 10 % en vuelos de 40 aeropuertos si continúa el cierre federal

To shared

THE LATIN VOX (06 de Noviembre del 2025).- Por Daniela Medina.  

El secretario de Transporte de los Estados Unidos, Sean Duffy, ha anunciado que, si el cierre parcial del gobierno federal persiste, se reducirá la capacidad de vuelos domésticos hasta en un 10 % en 40 de los principales aeropuertos del país. La medida responde a una crisis dentro del sistema de control del tráfico aéreo, donde controladores sin sueldo, fatiga creciente y falta de personal efectivo están generando una brecha en la operación de la aviación civil.

Según explicó en rueda de prensa el director de la Federal Aviation Administration (FAA), Bryan Bedford, la situación de los controladores que siguen trabajando sin salario, sumada a reportes de absentismo y estrés extremo, está comprometiendo “el margen de seguridad” que siempre ha caracterizado al sistema de navegación aérea estadounidense.

Detalles clave y cronología

  • El cierre del gobierno, que comenzó cuando se agotaron los fondos el 1 de octubre, es ya el más prolongado en la historia de los Estados Unidos.
  • Entre los 1,4 millones de trabajadores federales afectados se encuentran los controladores aéreos y otro personal esencial que continúa laborando sin remuneración. Bono de los sindicatos han alertado que muchos empleados han tenido que buscar otro trabajo para cubrir sus gastos.
  • Las reducciones se implementarán de forma escalonada: se espera una disminución del 4 % de vuelos el viernes, llegando al 5 % el sábado, al 6 % el domingo y hasta el 10 % en los días siguientes si la situación no se soluciona.
  • La medida afectará vuelos nacionales no se espera que los vuelos internacionales sean recortados en esta fase y se dirige principalmente a vuelos que operan en los grandes hubs aeroportuarios (por ejemplo: Hartsfield‑Jackson Atlanta International Airport, Los Angeles International Airport, Chicago O’Hare International Airport, entre otros).

Causas y confluencias del problema

La crisis actual combina varios factores estructurales y coyunturales:

  1. Cierre federal prolongado: La falta de acuerdo en el Congreso para financiar al gobierno federal ha dejado sin sueldo a numerosos empleados considerados esenciales, generando tensiones laborales y operativas.
  2. Fatiga y condiciones laborales: Los controladores aéreos han reportado estrés, agotamiento, e incluso han tenido que trabajar horas extras o asumir trabajos secundarios mientras no reciben pago. “Estamos al borde del punto de quiebre”, ha dicho un controlador a la cadena NPR.
  3. Impacto en la seguridad y visibilidad operacional: La FAA advierte que operar con personal reducida o agotado podría comprometer los estándares de seguridad, algo inusual en un sistema que EE.UU. ha considerado tradicionalmente uno de los más seguros del mundo.
  4. Presión sobre los grandes aeropuertos: Los aeropuertos de mayor tráfico están más expuestos, pues dependen de un alto número de controladores y servicios asociados. Las interrupciones allí tienen un efecto de red que impacta vuelos de conexión en todo el país.

Impactos esperados y consecuencias

  • Para los pasajeros: La cancelación o ajuste de 3 500 a 4 000 vuelos por día podría producir demoras significativas, cambios de itinerario y mayores costos de operación para las aerolíneas.
  • Para las aerolíneas: Las compañías aéreas ya han empezado a anticiparse. American Airlines afirmó que “la gran mayoría de los clientes seguirán volando”, mientras Southwest Airlines declaró que evalúa el impacto y comunicará a sus pasajeros próximamente.
  • Para el sistema aeroportuario: Las operaciones podrían verse vulneradas si el personal sigue reportando ausencias, lo que podría generar una administración de vuelos más restrictiva o estructuralmente limitada.
  • Para la economía y la imagen internacional: El sistema de aviación de EE.UU., considerado una infraestructura estratégica mundial, verá afectada su eficiencia si la situación persiste, lo que puede dañar la reputación del país en aspectos de conectividad, negocio y turismo.

¿Qué debe ocurrir para revertir la situación?

  • Acuerdo presupuestal inmediato: La resolución del cierre requiere que el Congreso estadounidense apruebe los fondos pertinentes, para que los trabajadores federales sean remunerados y se restaure la operatividad normal.
  • Refuerzo de plantillas y protección de personal: La FAA y sus sindicatos tienen que trabajar en un esquema de retención de controladores, compensaciones, descansos adecuados, condiciones que mitiguen el agotamiento y aseguren el cumplimiento de los estándares de seguridad.
  • Plan de contingencia aeroportuario: Revisar protocolos de reducción de vuelos, priorización de rutas, redistribución de cargas entre aeropuertos y comunicaciones tempranas a los pasajeros sobre riesgos de cancelación.
  • Monitoreo de seguridad operacional: La autoridad aeronáutica debe vigilar exhaustivamente la fatiga, ausencia de personal, horas extras acumuladas y condiciones del equipo para evitar una baja en los estándares de seguridad.

Escenarios posibles – qué puede pasar en los próximos días

  • Escenario de alivio rápido: Si se resuelve el presupuesto federal en los próximos días, la reducción de vuelos se podrá evitar o limitar al 4-5 %, sin impacto mayor al usuario medio.
  • Escenario intermedio: Si el cierre se prolonga unas semanas, la reducción de vuelos alcanzará el 10 %, generando caos en los hubs, reprogramaciones, colas y pérdidas para aerolíneas.
  • Escenario crítico: Si el cierre se prolonga meses, el sistema entrará en una fase de restricción prolongada, con pérdida de rutas, aumento de los costos operativos y daño reputacional al sistema aeroportuario estadounidense como un referente global.

La advertencia del secretario de Transporte sobre la posibilidad de recortes del 10 % en la capacidad de vuelos domésticos en 40 aeropuertos de EE.UU. pone en evidencia un problema estructural: un cierre gubernamental que ya excede todos los récords y cuya repercusión se traslada al corazón de la infraestructura civil.
Para los pasajeros, las aerolíneas y el propio sistema aeroportuario, la pregunta hoy no es si habrá impacto, sino cuánto y cuándo. Y para el gobierno, el reloj no solo corre contra el cierre, sino contra una posible crisis de conectividad que podría amplificar las consecuencias de la paralización.
En un país donde volar es tan común como parte de la vida cotidiana, la operación aeroportuaria no es un lujo: es vital. Si los controles se debilitan, todo el sistema se siente. Y por ahora, ese sistema advierte que está al límite.

Fuente: /www.bbc.com

Foto: Google fotos


To shared