
THE LATIN VOX (18 de septiembre de 2025).- Por Daniela Medina.
El Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP, por sus siglas en inglés) del CDC ha votado para recomendar que los niños menores de cuatro años dejen de recibir la vacuna combinada MMRV (sarampión, paperas, rubéola y varicela) y que, en su lugar, reciban primero la vacuna MMR (sarampión, paperas y rubéola) separada, y en otro momento la vacuna contra la varicela. Esta decisión se tomó en una reunión reciente del comité, reestructurada bajo la dirección del secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert F. Kennedy Jr., quien ha generado polémica por su postura crítica hacia algunas prácticas de vacunación.
Este es uno de los primeros cambios importantes a la política de vacunas infantiles bajo la administración de Kennedy, que también apunta a revisar otras vacunas rutinarias, como la hepatitis B al nacer, y ha provocado fuerte reacción de expertos en salud pública, asociaciones médicas y parte del público.
¿Qué cambia exactamente?
Estas son las modificaciones principales propuestas o ya decididas:
- Separar MMRV en MMR + varicela por separado en menores de 4 años
- El nuevo consejo del ACIP es que la vacuna contra sarampión, paperas y rubéola (MMR) se administre como una dosis separada, y que la varicela (varicella) se dé en otro momento, para niños menores de cuatro años. Esto responde a preocupaciones sobre un mayor riesgo de convulsiones febriles (febrile seizures) asociado al MMRV combinado para ese grupo etario.
- El riesgo de convulsiones febriles con MMRV es ligeramente mayor que combinando las dos vacunas por separado, aunque dichas convulsiones son generalmente de corta duración y sin daños neurológicos permanentes notorios.
- Vacunas gratis para familias de bajos ingresos
- A pesar del cambio, el programa Vaccines for Children (VFC) que ofrece vacunas gratuitas a niños de familias de bajos ingresos seguirá ofreciendo la vacuna combinada MMRV en algunos casos, lo que ha generado confusión entre miembros del comité y críticos.
- Revisión de otras vacunas rutinarias
- Además de la decisión sobre MMRV, el comité está considerando cambios en la recomendación para la vacuna de la hepatitis B administrada al nacer. Algunos miembros proponen retrasarla hasta que el niño tenga un mes, siempre que la madre haya sido examinada y resulte negativa para hepatitis B.
- También se ha señalado que podrían hacerse cambios relacionados con vacunas contra COVID-19, aunque esos debates están en fases más tempranas.
Contexto político: reestructuración, liderazgo y controversia
- Robert F. Kennedy Jr., nombrado secretario de Salud y Servicios Humanos, ha producido cambios drásticos en la política de inmunización. Ha reemplazado miembros del comité ACIP, incluyendo antiguos asesores con experiencia, con miembros que en algunos casos han sido críticos con ciertas prácticas de vacunas o han sido acusados de adoptar posturas antivacunas.
- La salida reciente de la directora del CDC, Susan Monarez, también fue motivada en parte por desacuerdos sobre las políticas de vacunación, según reportes, y representó una pérdida significativa de experiencia institucional.
- Grupos médicos tradicionales como la American Academy of Pediatrics optaron por no participar en algunas reuniones del consejo en señal de desaprobación, alertando que estos cambios podrían socavar la confianza pública.
Críticas, riesgos y preocupaciones de los expertos
Los expertos en salud, epidemiología y pediatría han señalado varios riesgos, dudas y efectos secundarios preocupantes que podrían derivarse de estos cambios:
- Caída en las tasas de cumplimiento vacunal: Cuando se administran vacunas combinadas, es más sencillo cumplir con el calendario. Separarlas puede incrementar el número de visitas médicas necesarias y aumentar la posibilidad de que algunos padres omitan alguna dosis. Esto podría reducir la cobertura general de vacunación.
- Desconfianza pública: Tener un comité con miembros percibidos como antivacunas o poco expertos, junto con decisiones que parecen revertir recomendaciones vigentes sin nuevo respaldo suficiente de evidencia reciente, podría alimentar la vacilación sobre vacunas (vaccine hesitancy).
- Comunicación confusa y conflictos de cobertura de seguros: El hecho de que el VFC siga ofreciendo la vacuna combinada mientras se recomienda separarlas para otros casos crea incoherencias. Los padres podrían recibir mensajes contradictorios, o enfrentar situaciones donde su seguro médico no cubra las vacunas separadas como parte del programa estándar.
- Retrasos innecesarios: Algunos expertos advierten que la evidencia del riesgo de convulsiones, aunque real, es pequeña, y que los beneficios de la vacuna combinada (como reducción de visitas médicas, menor stress logístico para familias) podrían superar estos riesgos, siempre que se mantenga un seguimiento adecuado.
Impactos potenciales para salud pública y para los padres
- Dosis separadas implican más citas médicas. Para muchos padres, eso puede significar transporte, tiempo libre, costos adicionales relacionados. En hospitales y clínicas más remotas o con menos personal, podría implicar mayor carga logística.
- Mayor vigilancia epidemiológica: será necesario monitorear si estos cambios conducen a brotes de varicela, sarampión, rubéola o paperas, especialmente en comunidades con baja cobertura vacunal.
- Cobertura por seguros y programas gubernamentales: dependiendo de cómo se implementen estas nuevas recomendaciones estatales y federales, podría variar qué vacunas se cubren automáticamente, cuáles se consideran opcionales, y quién paga qué.
- Implicaciones legales y reglamentarias: algunos estados pueden incorporar estas recomendaciones en leyes de vacunación obligatoria para ingreso escolar, mientras otros podrían resistirse. Las políticas de inmunización obligatoria ya han sido fuente de disputa en EE.UU.
¿Por qué ahora?
Varios factores contribuyen a este cambio de política:
- Existen estudios previos que sugieren que la vacuna MMRV tiene una tasa ligeramente mayor de convulsiones febriles en menores de cierta edad, comparado con dar MMR + varicela por separado. Esta evidencia no es nueva, pero con la reestructuración del ACIP se ha vuelto central en la discusión.
- Hay una renovación en la dirección del programa de inmunizaciones, impulsada por Kennedy, quien ha expresado críticas sobre la forma en que se han manejado ciertos aspectos de la política de vacunas, como las recomendaciones universales para ciertos grupos (como niños sanos o mujeres embarazadas) y la transparencia en la toma de decisiones.
- La preocupación por efectos adversos de vacunas, aunque para muchos expertos esos riesgos son muy pequeños y bien estudiados, se ha vuelto un tema mediático y político, lo que ejerce presión sobre los asesores gubernamentales.
Escenarios futuros y elementos a observar
Para los próximos meses, estas son las señales clave que podrían indicar hacia dónde se dirige la política de vacunas en EE.UU.:
- Si se aprueban definitivamente las recomendaciones de separar MMRV y si otros cambios tienen respaldo suficiente de evidencia científica y transparencia.
- Qué pasará con la vacuna de hepatitis B administrada al nacer: si se decide retrasarla, cómo se manejará el examen de las madres, y qué protocolo se adoptará para recién nacidos en riesgo.
- Cómo se actualizarán las recomendaciones relacionadas con COVID-19, pues las políticas recientes ya han reducido la recomendación fuerte para ciertos grupos (niños sanos, mujeres embarazadas) y esto podría ampliarse.
- Cómo reaccionarán los estados, gobiernos locales, seguro médicos, asociaciones médicas, ONGs: si habrá resistencia, litigios, oposición, o aceptación paulatina.
Los recientes cambios de política del CDC representados por el ACIP bajo la dirección de Robert F. Kennedy Jr. marcan una desviación importante respecto a décadas de práctica estándar en inmunización infantil en EE.UU. Aunque algunos de los ajustes tienen un fundamento científico en cuanto al riesgo de convulsiones febriles con la vacuna MMRV combinada para menores de 4 años, el contexto político, los cuestionamientos sobre la experiencia de algunos miembros del comité y la posible disminución de cumplimiento vacunal hacen que las decisiones sean muy controvertidas.
El reto ahora es doble: asegurar que la transición a las nuevas recomendaciones no deje espacios de vulnerabilidad, no erosione la confianza en las vacunas ni degrade el acceso para quienes más dependen de ellos. También hacer que las decisiones sean transparentes, basadas en datos sólidos, y comunicadas claramente a padres, profesionales de salud y público en general.
Este episodio podría tener consecuencias de largo plazo: la eficacia del programa de vacunación infantil, el control de enfermedades prevenibles, la confianza en los organismos de salud pública, y la relación entre ciencia y política en un momento donde la salud global vuelve a depender en gran medida de decisiones nacionales que combinan epidemiología, ética y liderazgo político.
Fuente: /www.theguardian.com
Foto: www.vietnam.vn