
THE LATIN VOX (28 de septiembre de 2025).- Por Daniela Medina.
Canadá se aproxima a un presupuesto crucial en momentos de grandes desequilibrios financieros.
En una declaración contundente, el Director Parlamentario de Presupuesto (PBO, por sus siglas en inglés) advirtió que el país está “al borde del precipicio” en cuanto a su estabilidad fiscal, instando al gobierno federal a tomar medidas urgentes para contener el déficit, controlar el endeudamiento y restaurar la confianza económica antes de presentar el nuevo marco presupuestario.
Según su análisis, varios indicadores muestran que el margen de maniobra del Estado se ha estrechado peligrosamente: los costos de interés de la deuda han crecido, los ingresos fiscales no logran seguir el ritmo del gasto y numerosos compromisos previsionales y sociales operan bajo tensión.
El papel del PBO y contexto institucional
El PBO es una oficina independiente del Parlamento canadiense encargada de ofrecer análisis no partidistas sobre finanzas públicas, fiscalidad, costos de programas estatales y proyecciones económicas.
Su función es apoyar a los legisladores en el ejercicio de control sobre los fondos públicos y exigir transparencia al Ejecutivo.
Este tipo de advertencias no es habitual: su lenguaje duro “precipicio” refleja el grado de preocupación que los analistas del PBO tienen sobre la sostenibilidad del rumbo fiscal canadiense.
Principales hallazgos y proyecciones del informe del PBO
Aunque no se conocen todos los detalles completos del informe en el texto publicado, las fuentes sugieren los siguientes puntos críticos:
- Déficit estimado elevado: el PBO proyecta que el déficit anual podría dispararse más allá de las previsiones oficiales, con un impacto significativo en balances provinciales y federales.
- Crecimiento del costo de la deuda: con tasas de interés más altas, el servicio de la deuda (el pago de intereses) consume cada vez una parte mayor del presupuesto, limitando la capacidad de invertir en prioridades como salud, educación e infraestructura.
- Presión sobre programas sociales y pensiones: compromisos ya asumidos en salud, envejecimiento poblacional, vivienda y transferencias a provincias podrían verse afectados si no se recorta el gasto o aumenta la recaudación.
- Riesgo de deterioro de la calificación crediticia: si Canadá no logra contener su déficit y no mantiene control sobre su relación deuda/PIB, agencias calificadoras podrían revisar su nota soberana al alza del riesgo, encareciendo aún más el crédito.
- Margen reducido para estímulos económicos: en un entorno global creciente en recesión o desaceleración, el gobierno tiene cada vez menos espacio para estímulos como gasto en infraestructura, alivios fiscales o subsidios— sin poner en riesgo su estabilidad macroeconómica.
Desafíos estructurales que subyacen a la crisis
Dependencia de ingresos volatilizados
El gobierno canadiense depende en gran medida de ingresos por impuestos corporativos, naturales y del consumo (impuestos al valor agregado). Si la economía flaquea, esos ingresos caen, lo que obliga a gastar aún más para intentar estimular el crecimiento, una dinámica que puede intensificar el déficit.
Compromisos a largo plazo
Canadá tiene compromisos en salud pública, pensiones, programas sociales y transferencias a provincias que son difíciles de recortar sin provocar descontento social. Ajustar esos programas requiere visión política de mediano plazo y no solo recortes ad hoc.
Limitada absorción de endeudamiento adicional
Aún cuando el Estado acuda al mercado para emitir nueva deuda, hay límites naturales del mercado de bonos, tasas de interés, apetito inversor que restringen cuánto puede endeudarse sin elevar los costos y debilitar sus finanzas.
Desfase entre gasto e infraestructura
Muchos gobiernos provinciales también están presionando por mayores transferencias federales para salud, transporte y vivienda. Si el gobierno federal no puede responder, las provincias podrían tener que asumir más endeudamiento o recortes locales.
Implicaciones políticas, económicas y sociales
Para el nuevo presupuesto federal
Las declaraciones del PBO ponen en jaque la viabilidad política del nuevo plan financiero. El gobierno federal, liderado por Justin Trudeau, deberá equilibrar entre:
- Satisfacer demandas sociales (salud, vivienda, educación).
- Mostrar disciplina fiscal creíble para restaurar la confianza de los mercados y las calificaciones.
- Evitar recortes dolorosos que erosionen el apoyo electoral.
Para los mercados y calificaciones soberanas
Los inversionistas y agencias de crédito interpretan estas alertas como signos de fragilidad. Si Canadá fallara en contener su déficit, podría enfrentar ajustes de nota que encarecen préstamos futuros, una espiral autoinfligida de costo de deuda.
Riesgos sociales y de cohesión
Recortes en programas sociales, recortes de transferencias provinciales o ajustes drásticos en servicios públicos podrían generar descontento social, movilizaciones políticas, presión sobre partidos de oposición y un ambiente electoral volátil.
Influencia en política provincial
Gobiernos provinciales que dependen del financiamiento federal podrían ver su planificación fiscal amenazada. Algunas provincias podrían enfrentarse a déficits mayores de lo proyectado si no reciben apoyo o compensaciones del presupuesto federal.
Estrategias urgentes que podrían considerarse
- Aumento progresivo de impuestos selectivos
Si bien políticamente delicado, gravar sectores de mayores ingresos, empresas con mayores utilidades o ajustar tasas sobre bienes de lujo puede generar recursos sin comprometer la base social. - Revisión de programas con bajo retorno
Realizar auditorías para identificar programas gubernamentales con bajo impacto social y alto costo, para reorientar esos recursos a prioridades clave. - Mejor coordinación federal-provincial
Fortalecer mecanismos de reparto eficiente de recursos y compartir riesgos fiscales en proyectos críticos. - Inversión focalizada en crecimiento
En lugar de estímulos generales, canalizar recursos en sectores de alta productividad, innovación, infraestructura resiliente que generen retorno fiscal. - Transparencia y credibilidad
Publicar proyecciones realistas, las suposiciones que hay detrás de las estimaciones y mecanismos de rendición de cuentas puede fortalecer la confianza pública e institucional.
Escenarios posibles
- Ajuste moderado sin crisis: el gobierno logra equilibrar con combinaciones de mayores ingresos y recortes selectivos, sin provocar conmoción política severa.
- Presión financiera creciente: si no logra estabilizar las finanzas, el costo de la deuda se come cada vez más presupuesto, reduciendo inversiones esenciales.
- Recesión inducida por ajuste excesivo: recortes agresivos en gasto público pueden conducir a desaceleración económica, reduciendo ingresos y empeorando el déficit.
- Reformismo obligatorio: ante presión de mercado o alertas de calificaciones, el gobierno podría tener que abrir espacio a reformas estructurales profundas, incluso en temas polémicos como pensiones o servicios públicos.
Conclusión
La advertencia del PBO de que Canadá está al borde del precipicio fiscal no es una metáfora retórica sino un grito de alarma: el país podría llegar a una situación donde sus compromisos se vuelvan insostenibles, su crédito caro y su capacidad de acción gubernamental limitada.
La próxima edición presupuestaria no será un ejercicio mecánico de números: será una prueba de liderazgo político, visión económica y capacidad de balance entre responsabilidad financiera y demandas sociales.
Si Canadá logra responder con disciplina y creatividad, podrá evitar caer en el precipicio. Pero si el desequilibrio se profundiza, lo que estaba en riesgo no es solo un déficit: es la estabilidad institucional del Estado mismo.
Fuente: CTV News
Foto: Google Images