Una nueva estatua diseñada para conmemorar a Isabel II, la monarca con el reinado más largo del Reino Unido, ha generado opiniones divididas desde su inauguración en los Jardines del Castillo de Antrim. La escultura de bronce, creada por el artista de Belfast Anto Brennan, representa a la difunta reina junto a su esposo, el príncipe Felipe, y dos de sus queridos corgis. Sin embargo, la recepción ha sido mixta, con críticas y elogios por igual.
La estatua fue develada el viernes pasado y desde entonces ha atraído tanto comentarios en redes sociales como opiniones de los visitantes de los jardines. Algunos residentes locales, como Richard de Antrim, expresaron su decepción al ver la estatua en persona después de haberla visto en línea. “Quien aprobó esto necesita revisar su vista. No es buena”, comentó Richard, añadiendo que la estatua no hace justicia a la memoria de Su Majestad y sugiriendo que debería ser retirada.
Por otro lado, Brenda de Lisburn opinó que, aunque la estatua debería haber representado a la reina en una etapa más avanzada de su vida, en general, es agradable y captura la esencia de lo que representa. “Te das cuenta de quiénes son, pero definitivamente debería haber sido ella justo antes de morir para capturar todo el significado de quién era y lo que representaba”, explicó Brenda.
Alejandro, un visitante de Londres, también compartió su opinión, señalando que la estatua no se parece a la reina, aunque los perros y el príncipe Felipe sí están bien representados. “Supongo que es algo bueno ya que es en su memoria, pero no se parece a ella”, comentó Alejandro.
Cheryl y Gordon, quienes recientemente regresaron de un tour por esculturas reales en Londres, también tuvieron sus observaciones. Cheryl mencionó que hay “algo que no está bien en la postura de su parte superior del cuerpo y su brazo derecho, pero sigue siendo encantador verla”. Gordon añadió que, aunque no había notado inicialmente que la estatua no se parecía a la reina, después de verla en Facebook y en persona, sí cree que la cara no es una verdadera representación de ella.
A pesar de las críticas, algunos visitantes como Francis y Marie de Magherafelt fueron positivos sobre la escultura, describiéndola como una representación “realista” de la difunta reina. “Es genial, creo que lo han captado perfectamente”, dijo Francis.
La estatua ha generado un debate significativo sobre la representación y el legado de figuras públicas en el arte. Mientras algunos creen que la escultura no hace justicia a la memoria de Isabel II, otros aprecian el esfuerzo por conmemorar su vida y su reinado. Este debate refleja las diversas maneras en que las personas perciben y valoran los monumentos públicos, y cómo estos pueden evocar una amplia gama de emociones y opiniones.