Estrellas de Hollywood impulsan agenda MAGA

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Foto: Valerie Macon and Timothy A Clary

El resurgimiento de figuras prominentes de Hollywood asociadas al movimiento MAGA (Make America Great Again) ha generado un intenso debate en la industria cinematográfica y política de Estados Unidos. Entre las personalidades más destacadas se encuentran Mel Gibson, Sylvester Stallone y Jon Voight, quienes han asumido roles activos en la promoción de la agenda de Donald Trump, ahora de vuelta en el centro de atención política. Estas celebridades, conocidas por su influencia tanto en el cine como en los círculos conservadores, han sido calificadas por algunos como «embajadores culturales» del movimiento MAGA.

Mel Gibson, un director y actor de renombre mundial, ha utilizado su plataforma para respaldar políticas nacionalistas y conservadoras, con discursos que enfatizan los valores tradicionales y el rechazo a lo que considera una cultura liberal dominante en Hollywood. Por su parte, Sylvester Stallone, estrella de franquicias icónicas como Rocky y Rambo, ha evitado las declaraciones explícitamente políticas, pero su presencia en eventos vinculados a Trump ha sido interpretada como un respaldo tácito a las políticas del expresidente.

Jon Voight, veterano actor y ganador del Premio de la Academia, ha sido quizás el más vocal de los tres. Conocido por su lealtad inquebrantable a Trump, Voight ha criticado abiertamente a los líderes demócratas y ha instado a la unidad bajo un liderazgo conservador. Su actividad en redes sociales y apariciones en actos políticos han fortalecido su posición como uno de los principales defensores de Trump en el ámbito cultural.

El impacto de esta alineación entre Hollywood y el movimiento MAGA ha sido polarizador. Mientras que algunos aplauden a estas figuras por defender sus convicciones en un entorno que consideran hostil a las voces conservadoras, otros critican lo que ven como una politización excesiva del arte y el cine. En Hollywood, tradicionalmente asociado con causas progresistas, esta dinámica ha intensificado las divisiones entre actores, directores y productores.

Además, estas figuras enfrentan un desafío particular: equilibrar su legado artístico con su activismo político. Aunque han logrado mantener una base de seguidores leales, también han enfrentado boicots y críticas de aquellos que ven su postura política como incompatible con los valores inclusivos que muchas producciones cinematográficas buscan promover.

La relación entre Hollywood y la política no es nueva, pero el papel de estas celebridades en la era de Trump subraya un cambio en cómo se percibe la influencia cultural. Para los seguidores de MAGA, figuras como Gibson, Stallone y Voight representan un contrapeso necesario en una industria que, según ellos, ha perdido el contacto con los valores del estadounidense promedio. Para sus detractores, estos actores están utilizando su prestigio para legitimar un movimiento que consideran divisivo.

A medida que Trump continúa su regreso a la arena política, el apoyo de estas figuras de Hollywood podría desempeñar un papel clave en la movilización cultural de su base. Sin embargo, este respaldo también plantea preguntas sobre el futuro de la industria cinematográfica, que parece estar más dividida que nunca entre ideologías opuestas.

En última instancia, el papel de Gibson, Stallone y Voight como «embajadores culturales» del movimiento MAGA refleja una creciente convergencia entre la política y el entretenimiento en Estados Unidos. Cómo evolucionará esta dinámica en los próximos años dependerá tanto de la trayectoria política de Trump como de la capacidad de Hollywood para reconciliar sus diferencias internas.


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