THE LATIN VOX (8 de septiembre del 2025).- Por Daniela Medina.
Con la llegada del otoño, muchas personas experimentan una sensación de desánimo, falta de energía o ansiedad que no siempre entienden. Para los adultos jóvenes, este fenómeno, conocido como “estrés otoñal”, puede afectar su bienestar emocional y físico de manera notable.
Aunque no hallamos el estudio original de CTV News, revisamos hallazgos recientes y aportes psicológicos que explican esta tendencia creciente.
1. El otoño transforma tu ritmo: Una rutina que pesa
Cuando los días se acortan, nuestro ciclo circadiano, el reloj biológico que regula el sueño, el estado de alerta y el humor, se altera. La disminución de luz solar reduce la producción de serotonina y aumenta la de melatonina, lo que puede provocar fatiga, irritabilidad y falta de concentración.
En adultos jóvenes, cuya vida se caracteriza por transiciones constantes, estudios, empleos, relaciones, este desbalance biológico puede sentirse más agudo.
2. Nostalgia, soledad y recuerdos que pesan
El otoño también es época de nostalgias profundas. Recuerdos de etapas escolares, relaciones pasadas o hitos personales pueden resurgir con fuerza.
Para muchos jóvenes, esto genera una mezcla confusa de melancolía, esperanza y estrés que se suma al peso emocional del presente, exacerbando la sensación de desequilibrio.
Además, el invierno se asoma, y con él, la reducción de actividades sociales habituales. Salidas, eventos y reuniones se restringen. Esta adaptación puede incrementar la soledad, incluso entre quienes disfrutan de la introspección: el distanciamiento social ya no es una opción, sino una consecuencia meteorológica.
3. Presión académica y laboral: combustible para la ansiedad
Septiembre marca el regreso al trabajo, estudios o lunes intensos. Los adultos jóvenes se enfrentan a nuevos ciclos académicos o laborales con plazos definidos, evaluaciones o demandas económicas crecientes. En este contexto, el estrés no siempre se identifica con una causa específica, sino como una sensación general de estar “abrumado”.
4. Cómo cuidar la mente y el cuerpo en otoño
Aunque este fenómeno puede sentirse ineludible, hay estrategias útiles y respaldadas por psicología para enfrentarlo:
- Busca luz consciente: Aprovecha la mañana para exponerte al sol o usa lámparas de terapia de luz artificial para equilibrar el estado de ánimo.
- Respeta tus ciclos de sueño: Acuéstate y despierta a la misma hora, incluso los fines de semana.
- Muévete con suavidad: Caminatas otoñales, estiramientos o yoga pueden estimular endorfinas y reducir tensiones.
- Cultiva momentos reconfortantes: Una taza de té caliente, una manta acogedora, un rincón con luz tenue: pequeños rituales que reconfortan.
- Aliméntate con intención: Sopas, vegetales de raíz, frutos secos ricos en omega-3 y alimentos ricos en vitamina D pueden favorecer el equilibrio emocional.
- Preserva conexiones sociales: Aunque el frío invite a resguardarse, envía un mensaje, organiza una videollamada o una salida breve para aliviar la soledad.
- Establece límites saludables: Di “no” cuando lo necesites. Descansar no es un lujo: es necesario.
- Crea rituales con la naturaleza: Recolecta hojas, haz una caminata consciente nombrando los colores o escucha la lluvia con atención.
- Expresa y comparte: Hablar con alguien de confianza o buscar apoyo profesional si la carga emocional es intensa.
5. Impacto en salud mental: ¿Cómo saber cuándo buscar ayuda?
La tristeza estacional suele ser leve y transitoria. Pero si perdura por más de dos semanas o se acompaña de insomnio grave, pérdida del apetito, apatía profunda o pensamientos negativos intensos, es momento de buscar ayuda. Psicólogos, terapeutas o recursos comunitarios pueden ofrecer herramientas eficaces y oportunas.
6. Reflexión final: Un otoño para reconectar contigo
El otoño no tiene que ser sinónimo de desánimo silencioso. Puede ser una estación de reflexión, introspección activa y autoinvestigación emocional. Comprender cómo las estaciones afectan tu cuerpo y mente te permite transitar este período con suavidad, creatividad y resiliencia.
Si deseas, puedo elaborar una versión más concreta: ¿te gustaría un enfoque enfocado en políticas de salud pública, experiencias de jóvenes en diferentes países o recomendaciones prácticas para el día a día?
Fuente: CTV News
Foto: Getty Images