Los consejos escolares deben hacer más para abordar el cambio climático, según un estudio de la Universidad de Lakehead. El estudio, realizado por el profesor Paul Berger y la estudiante de doctorado Chantel Bayes, analizó las políticas y los planes de acción de los 72 consejos escolares de Ontario en relación con el cambio climático. Los resultados mostraron que sólo el 54% de los consejos escolares tenían alguna política o plan relacionado con el cambio climático, y que la mayoría de ellos eran débiles o insuficientes.
Según Berger y Bayes, los consejos escolares tienen una responsabilidad ética y moral de educar a los estudiantes sobre el cambio climático y de reducir su impacto ambiental. Los autores del estudio señalaron que el cambio climático es una amenaza existencial para la humanidad y que los jóvenes son los más vulnerables a sus efectos. Por ello, los consejos escolares deberían adoptar medidas concretas para mitigar y adaptarse al cambio climático, así como para fomentar la conciencia y la acción entre los estudiantes y el personal.
El estudio propone una serie de recomendaciones para que los consejos escolares mejoren su respuesta al cambio climático. Entre ellas se encuentran:
- Desarrollar políticas y planes de acción integrales y basados en la evidencia sobre el cambio climático, que incluyan objetivos, plazos, indicadores y presupuestos.
- Incorporar el cambio climático en el currículo de todas las asignaturas y niveles educativos, utilizando enfoques interdisciplinarios, críticos y creativos.
- Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de las escuelas y los autobuses escolares, mediante la mejora de la eficiencia energética, el uso de energías renovables y el fomento del transporte activo y público.
- Promover la participación de los estudiantes y el personal en la acción climática, tanto dentro como fuera de la escuela, apoyando las iniciativas estudiantiles, las alianzas comunitarias y el activismo social.
Berger y Bayes esperan que su estudio sirva para impulsar el cambio en los consejos escolares y para generar un debate público sobre el papel de la educación en la lucha contra el cambio climático. El estudio se publicó en la revista Environmental Education Research.