THE LATIN VOX (13 de septiembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
El reciente informe de la Comisión de la Verdad y Renconciliación de Corea del Sur sobre las adopciones forzadas ha desencadenado un llamado internacional a la reforma y a la justicia. El informe, que detalla la transferencia no consensuada de niños surcoreanos a familias en el extranjero durante las décadas pasadas, ha puesto de relieve graves violaciones de derechos humanos y ha llevado a un escrutinio global sobre las prácticas de adopción.
Según el informe publicado por una esta organización de derechos humanos, desde los años 70 hasta los 90, Corea del Sur facilitó la adopción de miles de niños sin el consentimiento adecuado de sus familias biológicas. Estos niños fueron enviados a países como Estados Unidos, Canadá y varios países europeos, bajo un sistema que no garantizaba el respeto por los derechos de los menores y sus familias.
El informe reveló además que muchas de estas adopciones se llevaron a cabo bajo presiones económicas y sociales, sin una adecuada transparencia ni procedimientos de consentimiento. “Este informe saca a la luz una serie de abusos graves que no deben ser ignorados”, afirmó Hana Cho, investigadora principal del estudio.
El gobierno de Corea del Sur ha respondido a las acusaciones prometiendo una revisión completa de los procedimientos de adopción y ofreciendo apoyo a las personas afectadas. Se ha anunciado la creación de una comisión especial para investigar los casos reportados y para implementar reformas en el sistema de adopción.
A nivel internacional, organismos de derechos humanos y gobiernos han expresado su preocupación y han instado a Corea del Sur a tomar medidas inmediatas para abordar las violaciones y ofrecer justicia a las víctimas. “Es imperativo que se realice una investigación exhaustiva y que se implementen reformas para garantizar que tales violaciones no vuelvan a ocurrir”, comentó Elena Rodríguez, directora de Human Rights Watch en Asia.
Para los adultos que fueron adoptados en el extranjero, el informe ha generado una nueva ola de búsqueda de su identidad y conexión con sus raíces. Muchos han compartido sus historias personales de pérdida y búsqueda de justicia. “Durante años sentí que algo estaba perdido en mi vida. Ahora estoy buscando respuestas y tratando de reconciliar mi pasado”, relató Joon-ho Kim, quien fue adoptado en los años 80.
Las familias biológicas también enfrentan el desafío de buscar justicia por la separación no consensuada de sus hijos. La falta de información y la presión durante el proceso de adopción han dejado cicatrices duraderas en muchas familias surcoreanas. “Necesitamos respuestas y queremos que se haga justicia por lo que nos sucedió”, dijo Soo-jin Park, madre de un niño adoptado en el extranjero.
La controversia sobre las adopciones forzadas en Corea del Sur plantea preguntas cruciales sobre los derechos humanos y la ética en la adopción internacional. La comunidad global observa atentamente cómo Corea del Sur abordará estas cuestiones y si implementará cambios significativos en su sistema de adopciones.
Es esencial que el gobierno surcoreano actúe con transparencia y compromiso para corregir las injusticias pasadas y garantizar la protección de los derechos de todos los involucrados en el proceso de adopción. La reforma del sistema y el respeto por los derechos humanos deben ser una prioridad para evitar futuras violaciones y asegurar un futuro más justo para los menores y sus familias.
Crédito fotográfico: Im Hwa-young/Yonhap via AFP