Europa reactiva sanciones contra Irán ante bloqueo a inspectores nucleares de la ONU

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THE LATIN VOX (28 de agosto del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.

Una nueva crisis diplomática se cierne sobre Medio Oriente. El Reino Unido, Francia y Alemania —el grupo conocido como el E3— han anunciado su decisión de reimponer sanciones integrales contra Irán por su negativa a permitir el acceso completo de inspectores de la ONU a todas sus instalaciones nucleares.

La medida, largamente anticipada, amenaza con aislar aún más al régimen iraní y agravar las tensiones internacionales en torno a su programa nuclear.

El anuncio coincide con la fecha próxima de expiración del acuerdo nuclear de 2015, previsto para el 18 de octubre.

Según fuentes diplomáticas europeas, la decisión de reactivar las sanciones —suspendidas durante una década— busca presionar a Irán para que coopere plenamente con la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) y para esclarecer el paradero de unas 400 kg de uranio altamente enriquecido cuyo destino sigue siendo desconocido desde los bombardeos israelíes de junio.

Un pulso geopolítico sin precedentes

La jugada del E3 es especialmente significativa: al estar amparada en resoluciones previas del Consejo de Seguridad de la ONU, no puede ser vetada por potencias como Rusia o China, que han sido aliadas estratégicas de Teherán.

Desde Teherán, la respuesta ha sido inmediata. El Ministerio de Exteriores iraní advirtió que cualquier intento de activar el llamado “snapback” de sanciones será considerado una provocación.

Además, anunció que evalúa contramedidas, incluida la posibilidad de retirarse del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) o de revocar un acuerdo de 1974 que regula el acceso del OIEA a sus materiales nucleares.

Inspectores bloqueados y sitios clave vetados

El director general del OIEA, Rafael Grossi, confirmó que Irán permitió el regreso parcial de inspectores esta semana.

Sin embargo, el acceso sigue siendo limitado: los sitios más sensibles —Fordow, Natanz e Isfahán— continúan cerrados. En cambio, se autorizó la presencia de inspectores —en su mayoría rusos— en la planta de Bushehr, exclusivamente para supervisar el proceso de recarga de combustible.

Grossi fue tajante: “No existen inspecciones selectivas. Necesitamos acceso completo y sin restricciones para cumplir nuestro mandato”, declaró. Según el organismo, limitar las visitas a instalaciones no afectadas por los bombardeos de junio impide verificar la integridad del programa nuclear iraní.

Heridas abiertas tras los ataques de Israel

El telón de fondo es un contexto especialmente volátil. Los bombardeos conjuntos de Israel y EE.UU. en junio, que causaron más de 1.000 muertos, entre ellos destacados líderes científicos y militares iraníes, dejaron al país en shock y revivieron divisiones internas profundas.

Mientras sectores radicales exigen romper todo lazo con Occidente, voces más moderadas insisten en que la recuperación económica de Irán depende del diálogo internacional.

El Parlamento iraní, controlado por sectores conservadores, aprobó tras los ataques una ley que impone estrictas condiciones al retorno de los inspectores, en respuesta a lo que consideran “complicidad silenciosa del OIEA” con las operaciones israelíes. La falta de condena por parte de la agencia internacional sigue siendo un punto de fricción para Teherán.

Sanciones con impacto estratégico

Las sanciones reactivadas afectarán especialmente a la venta de armas, el transporte marítimo, la inversión extranjera y la cooperación tecnológica.

En un momento en que Irán ya sufre una severa crisis económica agravada por la escasez de agua y energía, la medida europea amenaza con profundizar el aislamiento financiero del país.

Una vez impuestas, las sanciones solo podrán levantarse si los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU están de acuerdo, algo extremadamente improbable en el actual contexto geopolítico.

Últimos intentos diplomáticos

Pese a la dureza del paso, los países europeos mantienen abierta una rendija para la diplomacia. Tienen 30 días para confirmar formalmente la reactivación de las sanciones o aplazarla por seis meses, posibilidad que Rusia propuso extender hasta abril de 2026, aunque sin reunir el respaldo necesario en la ONU.

El E3 espera que este paso obligue a Irán a conceder nuevas garantías, aunque fuentes diplomáticas reconocen en privado que, tras los ataques de junio, “es difícil exigir cooperación inmediata”.

Irán, por su parte, intenta calmar los ánimos internos. El Ministerio de Exteriores negó haber alcanzado un acuerdo con el OIEA para inspecciones más amplias, y calificó de “borradores” los documentos filtrados en el Parlamento. Aun así, el margen de maniobra se estrecha con rapidez.

Una encrucijada peligrosa

A semanas del vencimiento oficial del acuerdo nuclear, el mundo se enfrenta a un nuevo dilema: apostar por la presión o por la paciencia.

En un juego de alto riesgo, donde cada movimiento puede provocar una reacción en cadena, lo que está en juego no es solo la estabilidad regional, sino el futuro del control internacional de armas nucleares.

Crédito fotográfico: AzerNews


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