Arif Lalani, ex embajador canadiense en Afganistán, plantea la urgencia de restablecer la presencia diplomática en Kabul y enfrentar a los talibanes de manera directa.
Lalani, en una entrevista, afirmó que «jamás deberíamos haber partido» y argumentó que estar en el terreno permitiría moderar las tendencias extremas de los talibanes en lugar de quedarse al margen.
Este martes marca el segundo aniversario de la toma de control de Afganistán por parte de los talibanes, después de dos décadas de guerra que involucraron una coalición liderada por Estados Unidos, donde Canadá también participó. Sin embargo, en agosto de 2021, al acercarse los talibanes a la capital, Kabul, Canadá evacuó su embajada y hasta ahora no ha reabierto.
Lalani, quien fungió como embajador en Afganistán de 2007 a 2008 y también ha sido diplomático en Jordania, Irak y Emiratos Árabes Unidos, propone que Canadá debe establecer lazos diplomáticos con el gobierno talibán y aprovechar la asistencia humanitaria como medio de influencia.
En los últimos dos años, los talibanes han consolidado su control en Afganistán, resultando en una significativa pérdida de derechos para mujeres y niñas, incluyendo restricciones en educación, trabajo y acceso a espacios públicos.
El ex embajador considera que Canadá ha dejado a las generaciones jóvenes afganas en una situación difícil al no actuar con suficiente urgencia. A pesar de esto, el gobierno canadiense ha destacado su compromiso con la ayuda humanitaria y la reubicación de afganos vulnerables.
Aunque la perspectiva de restablecer relaciones diplomáticas con los talibanes es controversial debido a su historial y designación como entidad terrorista en la ley canadiense, Lalani argumenta que estar presente en el terreno permitiría al menos actuar de manera más efectiva en la situación actual y ejercer influencia para proteger los derechos y aspiraciones del pueblo afgano.